Es tiempo que te vayas, es tiempo
que me quede,
no es necesario una fecha, un año,
una estación,
que no queden memorias
ni besos huérfanos de ocasión,
que los aniversarios solo sean un
día más en el calendario.
Sé que no necesitas mis manías y
mis esperas,
que ya olvidaste el sabor de mis
palabras con gusto a tabaco,
que no soy parte de tus sueños y
nada quedo de los desvelos.
Aunque un día me eches de menos,
y una noche
cualquiera te asalten recuerdos y
que mi nombre murmures
cuando necesites un consuelo.
Tienes que irte, caminar y alejarte
muy lejos,
y yo quedarme parado,
para la distancia que tanto
odiadamos al menos una vez nos
sirva de algo,
y no seamos nada, solo personas
que se pierden
como nos perdimos una noche de
febrero,
sin adiós, sin saberlo, como esa,
tarde nos conocimos,
donde eramos extraños que jamas
debieron encontrarse
pero lo inevitable fue tan fuerte,
como ahora lo es este
momento.
Ruben Mangiagli
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Ahora.
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