Miércoles, llueve sobre Valencia,
apaciblemente,
solo un trueno rompe
la monotonía del gris de un cielo
que de tan cerrado solo
se escuchan sus quejidos
que se reflejan sobre los charcos
y las hojas.
Caen las gotas ahora más intensas,
y su desprolijidad se
asemeja a tu mirada
aunque no tengan
el color de tus ojos de verde tierra,
ni tu presencia,
en el suelo forman recuerdos
efímeros pero firmes
y ciertos.
No se escuchan los pájaros, es así,
como si hubieran
emigrado,
pero te tengo,
un instante te respiro eres aire y
viento entre mis costillas.
Por extraño que parezca la lluvia
hoy te trajo más cerca
tanto que el agua
que entre mis dedos
se resbala, se queda
un momento entres mis manos y
si las estiro te acaricio
pero no te tengo,
¿Acaso es todo parte de mi locura?
Puede ser,
pero llueve
de tal forma que la llovizna es
similar a tu cuerpo,
no quiero que pare, ni las nubes sin
saber dejen de crear tu
nombre
porque
todos los miedos del presente es solo
uno que me parte,
el de no verte y extrañarte sea
siempre.
Ruben Mangiagli
Tu nombre en la lluvia.
.
Decepción.
.
En el color de mis ojos
fueron
ardiendo los errores
y la decepción no me
sorprendió
aunque llegó sin
previo aviso,
ni anunciación,
era como una carta de
amor
que jamas se escribió
y linea tras linea
en borrador
mis labios repitieron
renglón a renglón
los silencios que se
formaron
entre las palabras
que nadie pronunció,
fueron mis propios
abrazos
en mi espalda lo que
confundió
mi mirada en el espejo
que tenia pegada la
imagen de
mi rostro mil veces
cada mañana
y entre los olvidos
forzados de
mi respiración el
aire era de un extraño
hedor
como si la muerte
pudiera
caber en un vaso de
licor.
No, ya no me atrapa
la decepción
porque aprendí a
dejarla sometida entre
cada paso
que doy,
y sonrió
por todo
lo que no tengo y que
nadie jamas me
ofreció.
Ruben Mangiagli.
Las palabras de los días
.
seda para extrañarte,
y dormí envuelto en tu recuerdo
esperándote,
una a una se sumaron y cobraron
vida, sentimientos,
fueron reflejo del presente y así
no murieron,
en versos de añoranza, de dolor
y tormentos,
perdoné,
a vos,
a mi,
a nosotros.
Los silencios fueron solo gritos
para despertar
porque el amor pudo más que el
rencor,
de esa manera justifiqué los años
de mi cuerpo,
de tanto no saber amar creyendo
que todo
lo podía y que ganar era perder y
la soledad
era tan profunda que no valía ni
la idea,
ni el esfuerzo para escapar de la
historia,
del final,
del soñar
sin empezar.
Y no te perdí, nos encontramos
en la oscuridad.
Ruben Mangiagli
La lógica del amor.
.
Te amo, no tengo fisuras ni desengaños,
como se ama esas cosas
oscuras que habitan en
las lineas que creamos entre
el cuerpo y el alma,
aunque nunca me hayas dado un abrazo,
te deba cada beso que
no nacieron de mis labios,
en la distancia y el hartazgo
de la soledad
que pesa mas que todas las palabras de
las paginas de un
diccionario, donde todos
los significados no explican
como te extraño.
Claro que te amo, aunque yo no pueda
casi repetirlo
y vos necesites oírlo a
diario, en un café, en las
manos y las miradas
que siempre se buscaron, sin explicar
como el amor es
necesario más allá de la
suma de los momentos que
nos unieron y separaron.
Ruben Mangiagli
La viceversa de las letras.
.
Yo, que me adueñé de las palabras
con la soberbia
de la inexperiencia
de quien no es ni ha sido poeta,
que hice de mis letras disimulos
de vivencias para
que otros encuentren
en ellas sus propias creencias y
use todas las mascaras y caretas en
noches que no
fueron carnavales
para ocultar mi no alma, mis no
penas que de tan viejas ya no había
en ellas recuerdos,
ni memorias cicatrizadas,
ni derechos, ni reversos siquiera.
Yo, que todo lo puedo en la nada y
en el todo que no
importa si los caminos
son solo senderos de viceversa,
que da lo mismo quien los vea, los
mapas se borraron
entre tanto cansancio
que agotó la piel de mi conciencia,
en este momento, en este lugar sin
reclamo ni quejas
declaro la muerte de
de mi poesía, de todos los poemas,
para que unas manos más amables
sanas y completas
reescriban los versos
de amor que se murieron con ella.
Ruben Mangiagli
Puedes.
.
No dejes un dolor se haga
niebla
en tus ojos,
que las costillas atenacen
tu respiración,
que tus labios no sellen
un amor,
el destino no está escrito,
las lineas
de las manos no se cruzan
si las tienes inmóviles,
puedes retroceder,
puedes retomar,
equivocarte una y
mil veces más.
No importa lo que
dijiste
o lo que dirán,
siempre puedes perdonar,
volver a comenzar,
porque,
por más alta la montaña
sea el cielo
jamas lo podrás alcanzar
te lo tienes que inventar,
en una mirada,
en una sonrisa,
en un te quiero o ese
abrazo no te atreves a dar.
Ruben Mangiagli
El silencio de los parpados.
.
Necesito la amabilidad de las palabras
y el pensamiento,
que los actos sean concretos en cada
silencio de los parpados
para que las visiones superen miradas
de tierra vieja
y los nuevos caminos no se llenen de
mustias silabas
gastadas y repetidas que consumen la
fe de mi esperanza.
Que mis labios separen las angustias
como si fueran manos
porque estoy cansado del aire áspero
que llena mi boca,
del aliento del desaliento va sumando
repetidos miedos
de fantasmas que creía eran pasados
de momentos muertos.
Necesito encuentres, no, mejor dicho
que encontremos
todas las letras que nos unieron sin
sonetos ni versos,
porque también las estoy perdiendo
en este idioma
que desconozco en esta noche larga
donde la poesía
negra mancha mis dedos matando
en un genocidio
inedito cada uno, cada parte, todos
mis sueños.
Ruben Mangiagli
© 2014
Tristeza.
.
Bajé mi tristeza por tu cuerpo
pero extrañamente
subía y descendía en el
medio de tu pecho,
mis manos hicieron círculos en
tus médanos
y respondieron
haciendo castillos erguidos
calientes como
el hielo.
Los sentimientos fueron cada
uno cambiando
hasta el punto de unir
cada extremo de
los deseos pactaban mis dedos.
Mis labios amargos de tantos
dolores apilados
aprendieron tu sabor
intenso,
sal de océanos y la aspereza
de la arena aprendida
con el tiempo,
y mi melancolía hizo centro
en el punto
exacto de tu medio
y comprendí que mi tristeza
se alejaba de mi
muerte para contagiarme el
éxtasis que
dividía tu espalda
uniendo las caricias quietas
y mudas que
creaban nuestras almas.
Ruben Mangiagli.
© 2014
Por eso.
.
Por eso tengo que andar en el tiempo
para encontrarte en los instantes
que tanto te imagino,
sabiendo que cada paso venidero es
ya parte de la historia
empezamos a escribir.
Es por tu mirada que mis estados van
por los estadios de la vida
de muchos o de tantos,
son como las agujas del reloj que se
esfuerzan en ir para
adelante, a pesar
de que nuestros deseos las quieran de
a poco retrasar,
avanzan
y día tras día marcan las doce, y no
hay como evitarlo, siempre
se van.
Así me pasa con vos, los momentos y
las razones cambiaron,
mutaron
las palabras, los versos, los libros, mis
manos y hasta la punta
de mis dedos
ya no son lo mismo, soy inedito en vos,
soy un desconocido en mi
que tiene
que aprender a quererse para quererte y
no renunciar a la impaciencia
de los girasoles.
Por eso te necesito, por lo que no sale en
estas palabras, por lo que
mis silencios te
confiesan solo a vos para abandonarme
en este amor que me
consume la muerte.
Ruben Mangiagli.
© 2014
Sábado.
.
Necesito conectar con tu belleza
que mis ojos traspasen
tu cuerpo,
tu piel
y muestres tu alma para apagar
este dolor,
que tu sombrero me proteja del
sol que no quema
de amor,
quedarme
en tu vestido enredado en cada
nudo
de su encaje y aprender detalles
de la memoria
de tus formas
y vértices,
olvidando la distancia que separa
esta unión
y decirte tan cerca que te quiero
como se quiere lo
que importa,
sin razón
ni justificación, con mi manos y
mi corazón.
Ruben Mangiagli
© 2014
Merito.
.
Me sumergí en los más oscuros
acordes del tiempo
donde los sonidos eran ecos
de los muertos.
Hundí mi barca en el medio
del mar, un día de sol
después de la tempestad
y fui faro que nadie quería ver.
Cambie los colores sangre en
el degrade de mi
bandera, hasta que fue solo
tela de orgullosa
rendición.
Junte el dolor en pedazos e
hice retazos
que jamas pudieron
remendar mi corazón.
Hice de la asonancia blanca
mis versos sin rimas ni
acentos organizados,
solo escribí por escribir.
Y te espere,
¿ Es eso el merito de mi amor ?
Sí.
Porque solo se espera una
vez, una sola vez se encuentra,
y todos lo demás fue ilustrarme
para un día
aprender a querer.
Ruben Mangiagli
© 2014
Instantes.
.
A veces y solo a veces me pasa así
que quiero ignorar
lo que mi cuerpo expresa,
que el dolor físico no sea la única
consecuencia del
transcurrir de mis años
sobre mi piel
y los huesos que me sostienen, que
mis manos se
disocien de las palabras y tengan
la fuerza para
cambiar el tiempo con golpes del
rigor de mis
verbos dormidos y no ejercidos.
Otras y solo otras veces me pasa
que creo tengo un
alma que me habita perdida,
que los recuerdos al fin son solo
eso, memorias
de rincones sin dueños,
y soy un hombre
completo que vive los momentos,
que lo me resta
es mejor que todos los relojes que
en mi muñeca
consumieron los instantes de cada
sentimiento que
pierdo en el silencio de los sueños.
Siempre.
.
Cuando los ríos inunden los caminos
y todo sea barro,
si las ciudades desaparecen encandiladas
por un rayo de ceguera,
donde las estrellas se pierdan una noche
para no volver
y la luna nueva sea eterna oscuridad en
las tinieblas
que se tiñe de pesadillas de sueños que
no deseas,
y los miedos sean tan fuertes que doblen
tus piernas,
ahí estaré,
Cuando las aguas bajen y la orilla
se vista de hierba,
si las ciudades cuantan en sus calles los
amores sin esperas,
donde los luceros formen tu nombre en
las constelaciones
y la luna brille copiando el color de tus
ojos verde tierra
y todas la promesas acumuladas en mis
manos sean la
realidad que consuma cada palabra cada
parte de mis poemas,
ahí estaré,
siempre.
Ruben Mangiagli.
© 2014
Mis besos.
.
Tengo los besos como el cuerpo,
pueden abrazarte,
decirte te amo,
correr detrás de tus labios, sentir
que son como manos
que te buscan
aunque los tuyos estén entre los
rincones más oscuros
abandonados.
Tengo los besos como huesos y
son firmes, seguros,
concretos,
puedo elegir como quiero sean,
solo lengua de
un idioma
que pronuncia todos los verbos
del deseo y es
sexo,
o quizá que habiten mi pecho y
sean coraza de
tus miedos.
Tengo mis besos para tu cuerpo,
como los quieras,
como te quiero,
son solo tuyos, yo no soy dueño
ni de pocos ni
de ninguno
cada uno lleva tu nombre como
impronta de destino
oculto.
Ruben Mangiagli.
La muerte de un poeta.
.
Nadie llora la muerte de un poeta,
puede que sea por las
letras que deja
en palabras que usaran otros en
las noches de luna
llena,
a nadie le interesa si sus escritos
se pierden entre los
viejos libros,
el amor lo supervive en poemas
que nacerán de
otra manera,
de manos nuevas que escriban a
la luz en medio de
las tinieblas,
Nadie llora la muerte de un poeta,
a ninguno le importa si
murió de pena.
Ruben Mangiagli
Vitruvio.
.
Estoy descansando mi amor en vos,
en tus manos,
tu cuerpo,
en el lunar de tu vientre sin tiempo.
El torbellino de mis tormentas es la
briza de la
llovizna
del norte donde pasan tus vientos.
Las malas palabras abandonan cada
verbo,
cada adverbio y
tus letras poesía que rige momentos.
Mi locura se quedó estática, creativa
inquieta las
ideas
que surgen en la arista de tus deseos.
Y mi paz, que deshizo mis desvelos
ahora es
verde tierra,
girasol de tu centro, dorados que en
tu espalda detiene la agonía de todo
lo incierto
y los miedos se
escapan con cada beso que te debo.
Ruben Mangiagli.
Mariposa.
.
Ella trasmutó los tiempos
de cada destino,
acomodo sus relojes a
los míos,
hizo de las flores girasoles de luna,
de sus manos escritura y
sus pasos débiles
olvidaron las huellas
de ángeles
que confundieron sendas y caminos
y la virtud de las formas
cambiaron de fe,
y todo lo que era ya
no fue,
y se hizo mía sin nada de preguntas
cuando sus alas de cada
libertad dejó
brotar la crisálida de
la verdad,
me entregué a su deseo sin dudar.
Ruben Mangiagli.
Imagen.
.
Cuando mi mirada se pierde
mi deseo
se encarcela
contra todas las voluntades,
solo me queda tu imagen y
mis recuerdos
para sentir
que soy hombre meridiano
y paralelo que domina los
cruces de
tus pensamientos
en los hemisferios de cada
locura alterna creamos en
la ridícula
convicción que hay vida
afuera de nuestros cuerpos.
Ruben Mangiagli.
Extraviados.
.
Me he quedado en las adyacencias
del tiempo agonizante,
como carrusel fantasmagórico de
presagios mal
paridos
mi mente creó el abismo
del vacío,
pude sentir tus gritos y los míos
que mudos pedían auxilio,
sin idiomas, sin palabras,
confundimos la noche
con el olvido.
Mis brazos doloridos estiraron el
infinito, aunque
sea con el fin de despertar
tus instintos,
y resurgir como animales extintos
para que solo las
miradas reencuentren el camino
perdido.
Ruben Mangiagli
La tentación de Nazareno.
.
Y el diablo un día ya no pudo más, y ante el muchacho que llevaba la maldición desde el momento asomó del vientre de la madre tuvo su único momento de debilidad en la historia del hombre y dijo:
“Fue sutil el castigo”
Había entendido que ese niño había nacido del amor y algo que no era su alma se estrujó en él.
Él se rebeló contra Dios y Dios no lo persiguió, lo dejó ir hacia el lugar donde no se da fruto. No será padre jamas y lo sabe, volvió a repetir,
“Fue sutil el castigo”
Y entonces, quebrado, le pide: “cuando estés frente a él, decile que ya estoy cansado. Decile que ya es tiempo"
Pero todo era irreversible Nazareno ya era lobo.
Inspirado en Nazareno Cruz y el Lobo.
RM