.Hice de tus palabras el manto de
seda para extrañarte,
y dormí envuelto en tu recuerdo
esperándote,
una a una se sumaron y cobraron
vida, sentimientos,
fueron reflejo del presente y así
no murieron,
en versos de añoranza, de dolor
y tormentos,
perdoné,
a vos,
a mi,
a nosotros.
Los silencios fueron solo gritos
para despertar
porque el amor pudo más que el
rencor,
de esa manera justifiqué los años
de mi cuerpo,
de tanto no saber amar creyendo
que todo
lo podía y que ganar era perder y
la soledad
era tan profunda que no valía ni
la idea,
ni el esfuerzo para escapar de la
historia,
del final,
del soñar
sin empezar.
Y no te perdí, nos encontramos
en la oscuridad.
Ruben Mangiagli
seda para extrañarte,
y dormí envuelto en tu recuerdo
esperándote,
una a una se sumaron y cobraron
vida, sentimientos,
fueron reflejo del presente y así
no murieron,
en versos de añoranza, de dolor
y tormentos,
perdoné,
a vos,
a mi,
a nosotros.
Los silencios fueron solo gritos
para despertar
porque el amor pudo más que el
rencor,
de esa manera justifiqué los años
de mi cuerpo,
de tanto no saber amar creyendo
que todo
lo podía y que ganar era perder y
la soledad
era tan profunda que no valía ni
la idea,
ni el esfuerzo para escapar de la
historia,
del final,
del soñar
sin empezar.
Y no te perdí, nos encontramos
en la oscuridad.
Ruben Mangiagli
que bueno "jefe"