Vamos a calcular
a ver si nos podemos aclarar,
deberemos formular la
hipótesis de un deseo y algo más.
Que los vértices de
tus piernas se puedan
ejemplificar
empezando sin terminar,
si sumamos el angulo
de tu centro de gravedad
resulte que mi recta
crezca más y más
hasta que después de una noche
entera de tanto
multiplicar nos olvidemos
de restar.
Y la tesis sea tan perfecta
que la tengamos que
volver a enunciar entre
gemidos y suspiros
y el teorema resulte
una verdad que busca
su comprobación en
los cuerpos que se encuentran
en las sabanas de color tiza
gastadas de tanto amar,
donde uno más uno sea uno
y nada nos importe ya.
Ruben Mangiagli.
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