Quiero te desnudes igual que si estuvieras sola
y de pronto descubras que estás conmigo ,
seas mi sabana y yo tu abrigo
en esta cama que nos espera
para burlar el vacío.
Que cumplamos la amalgama que formó poco
a poco el destino con sus hilos en nudos
desatados entre suspiros que
se escapan de los labios
en latidos.
Sentir que domas mis sentidos uno a uno y
dejan de ser míos, que tu aliento
sea el aire que respiro y tus
palabras formen verbos
en mis oídos.
Partir tu centro en varios círculos y hacer los
cercos infinitos que unan tu vientre
con el mio levitando como
si fuéramos seres están
poseídos.
Y cuando el amor sea sexo, y el sexo haga
de la necesidad una suplica que no
sabe de oraciones ni promesas
besarnos tan invertidos
que el revés
de la noche no entienda una pasión que une
el deseo que se desparrama por
los cuerpos cansados con
solo el amor como
único testigo.
y de pronto descubras que estás conmigo ,
seas mi sabana y yo tu abrigo
en esta cama que nos espera
para burlar el vacío.
Que cumplamos la amalgama que formó poco
a poco el destino con sus hilos en nudos
desatados entre suspiros que
se escapan de los labios
en latidos.
Sentir que domas mis sentidos uno a uno y
dejan de ser míos, que tu aliento
sea el aire que respiro y tus
palabras formen verbos
en mis oídos.
Partir tu centro en varios círculos y hacer los
cercos infinitos que unan tu vientre
con el mio levitando como
si fuéramos seres están
poseídos.
Y cuando el amor sea sexo, y el sexo haga
de la necesidad una suplica que no
sabe de oraciones ni promesas
besarnos tan invertidos
que el revés
de la noche no entienda una pasión que une
el deseo que se desparrama por
los cuerpos cansados con
solo el amor como
único testigo.
Ruben Mangiagli
© 2013