Intimidad.


.

En la quietud de la noche
se corta el aire entre los dedos
en formas diferentes
algunas que no entendemos
y crean senderos
que no veo, pero siento.

La humedad de los cuerpos no
tiene dueño,
es algo que parece
intangible pero se
pega en los besos,

un sin fin de deseos se
abre paso sin
esfuerzo en los esfuerzos que
recorren las espaldas
que se arquean
a pesar de los huesos,

figuras de un amor que de a
poco es piel que cubre
como velos los pudores
mal aprendidos
con el tiempo

y en la absoluta libertad de
los secretos
la perversión reina en
una cama donde
cada quien atiende
su juego

sin importar cuantas manos
y bocas se encuentran
porque lo que suma
amor
mio, sabemos,
jamas resta en nuestro
lecho.


Ruben Mangiagli

© 2013



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