Memoria de presente que recorre
el tiempo,
las estaciones se juntaron donde
el amor
corrió lo velos,
mi sangre te reconoce aprendido
los jazmines
esperando un girasol
que sembrara un nuevo comienzo,
tu historia aleja fantasmas y despierta a los muertos.
Inocencia mágica impregnada
de deseos.
La naturalidad de los verbos
entre números pares e impares,
sin vacíos,
completos,
Mis manos encaminadas a las
caricias,
como si fuera un ritual de ancestros
sortilegios
separan el abismo
que unirá los cuerpos, las palabras y
los sueños.
Ruben Mangiagli
©2016