A través de la noche más negra
que fue desde el silencio
al olvido, que se
rindió a un destino no escrito.
En un presente que regían cada
una de las circunstancia
permanecí erguido,
con mi cabeza alzada, de pie,
porque sigo siendo el dueño de
cada día que vivo,
y los errores que recuerdo
fueron pagados con precios
que no sangraron, pero dejaron
cicatrices en mi
cuerpo, inmovilizaron
mis manos, la verdad negada en
cada acto que aun así defendí,
no doblegaron mis rodillas,
porque mi libertad se
mide en estrofas que sea hacen
poemas si puedo seguir amando.
Ruben Mangiagli
©2016
No Comments
La libertad de la letras.
.