Hay una soledad que me recorre
que esta dentro
y no se quiere ocultar,
una ausencia en un día como el
de hoy, pero que no
es uno más.
Una carencia, esa caricia que no
está,
corporal, acidez visceral,
manos que no abrazan que casi
marcan
mi acentuada insensibilidad.
Un lugar que no existe, la mesa
con un plato de más,
borradores de palabras que nunca
se van a pronunciar.
Ruben Mangiagli
©2016