De cada parte de ella elegí una
linea de amor
que tiene que ver con colores,
instantes, sabores propios y extraños,
con mis manos, las suyas u otras
que no escriben
pero rodean,
Se cruzan y entrecruzan curvas
que simulan arcos de
gemidos y lagrimas,
dolor, ansiedad y deseo rigen
un poema escrito hace tanto tiempo
que termina en la
entre luz de
una puerta abierta
de miradas no estuvieron pero todas
cuentan
de orgullos y admiración,
de una forma de amor que solo
conocemos ella y yo.
Se dilata hasta la extenuación
el tiempo y un cuerpo
en su centro
redondea formas
para que desde las palabras
la expresión
no encuentre frases que
sirvan a una excitación,
Un trazo grueso y largo de blanco
y rosa invade una historia
sin identidades
mientras una abundante lluvia
se apropia en el final
de una boca que no pudo decir
que extrañaba los versos
mientras los verbos
caían silenciosos entre dorados
y un
abismo pálido y
mudo que necesitaba
de una promesa incierta pero
verdadera de volver a un lugar
donde la quieran entre los espacios
del latido de un corazón
y unas pocas letras.
Ruben Mangiagli
©2016