Rendirme.


.

Te busco en la palabra,
en el sonido de tu voz, en las fotografías de
los dos, 

en los libros que escribiste, en la poesía que
te debo de cada día.

Con esta necesidad que desespera mis huesos,
que me ata a vos desde
la primera noche
que el reloj unió nuestro tiempos,

en los kilómetros de un
viaje para solo tenerte abrazada un momento.

A veces creo que debo rendirme
y decirte que no entiendo vivir sin tus ojos
de cielo

que quiero perderme por tu
espalda y naufragar en el sol de tus cabellos.

Son tantas las veces que te tengo
y te pierdo
que mis dedos ya menguan entre mis manos

por las caricias que te debo
y mi cuerpo me duele de todos los te quiero

que guardo en silencio

que si te los digo todos juntos justificarían
lo que algunos llaman amor
eterno.


Ruben Mangiagli
© 2014







Tiempo, solo tiempo.


.

Aquí estoy rodeado de inapelables relojes
que no saben de

amores,
miedos,
olvidos y
desencuentros.

Solo llevan sus agujas con soberbia como
cuchillas que hieren mi cuerpo.

Minutos,
horas,
días,
años,

ninguna de sus esferas guarda mi historia,
todo pasa

tan
rápido,
tan
lento,

que el tiempo al final es solo un puñado
de viejos recuerdos.

Ruben Mangiagli
© 2014


Tu libro.


.



Tengo trozo tuyo
en mis manos
y no lo quiero terminar,
eres las letras de
mis noches,
la compañía inesperada,

la sorpresa en cada
página que
trasnocha mi ansiedad

un fragmento de arte
para gozar,
literatura de mujer para
admirar,

con ese algo que permite
soñar.



Ruben Mangiagli.
© 2014




Decisión.


.

Me quieres, no te amo
te amo, no me quieres,

nos deseamos.

Jugamos al juego del
desencuentro,

orgullos,
castigos,
te perdono pero te
sentencio

Mascaras de sentimientos que
nos hace creer
estamos vivos
pero vamos muriendo.

Se acabaron las margaritas,

ya no quedan pétalos

de tiempo,

si me quieres es el momento,
si te quiero me
juego entero,

porque el amor es
siempre de a dos,

sino es solo un bonito cuento.



Ruben Mangiagli
© 2014



Anónimo.


.

Soy un extranjero en mi mismo,
que conoce otros idiomas
para olvidar lo
que ha aprendido,

un extraño diferente cada noche
frente al espejo
para no reconocerme
ni ser testigo,

el pasaporte falso de alguien es
su propio fugitivo,

un alfabeto desordenado de libros
que nadie ha leído,

anónimo de sentimientos, lleno
de cicatrices de
cosas no recuerdo,

y aunque algunos sepan
mi nombre,

soy tan nada de mi mismo que
si me pierdo nadie
sabrá
que me he ido.



Ruben Mangiagli.

© 2014



Margen.


.

Tengo en mis manos ese margen
de error,
la simple elección de quererte 
para siempre,
no olvidarte,

que seas como ese jazmín que
renace en cada primavera
sin esperar promesas
ni desenlaces,

que mis dedos sin arte ni oficio
te dibujen en el aire y
luego respirarte
para no extrañarte
en todas las partes, en la
mitad de cada
instante,

o dejarte ir para

que por fin mi corazón descanse.



Ruben Mangiagli.

© 2014


Otro día.


.

Otro día que nada cambia,
que si empieza en la madrugada
terminara cuando las
miradas
ya no puedan más de esperar,

donde una tarde de abril es igual
a la de hoy si no estas.

Tengo la vida
partida por una
mitad que no se parece en nada

a la otra mitad

que no la conozco ni sé como
actuar,

me sobra cuerpo

pero nada parece funcionar y
estoy tan manco de mi
mano derecha

que la izquierda no te puede
olvidar,

entonces para que caminar si
haga lo que haga voy
para atrás.

El olvido gana sin revanchas y
yo pierdo sin jugar.



Ruben Mangiagli

© 2014



La austeridad del vacío.


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Nadie lo sabe, nadie lo ve,
todos los días corro en el vacío,
no hay lados
ni arriba ni abajo.

Sin tener donde apoyarlo mi
escritorio
no tiene esquinas,

los ángulos carecen de
identidad y
las palabras se desparraman

en algo que ni siquiera lo puedo
imaginar.

Las señales no sirven, los ratos
se van
y no los puedo encontrar,

es todo
tan austero que no tengo ni
siquiera donde descansar,

En papeles que voy rescatando
al divagar escribo,

quizá
algún día ella los encuentre,
puede que los lea
o que los deje pasar,

ahora
si entiendo lo que es la soledad.



Ruben Mangiagli
© 2014



La ausencia de los gatos.


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Ayer se murió la gata de mi amor,
no hace mucho perdí a mi gato yo,

malos tiempos para los dos.

Como si fueran presagios se
marcharon,

hoy son recuerdos bajo
la tierra donde seguro nacerán
un jazmín y un girasol.

En la distancia, en diferentes
momentos el mismo dolor.

Al menos vivieron sus siete vidas,
y si la lógica se condice
con el amor

en una eternidad de gatos quizá
se encuentren

porque sus almas tenían algo de
ella, algo de mi

y el amor no muere aunque se
esconda entre los malos días
de la sin razón.



Ruben Mangiagli

© 2014



La comisura de los besos.


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La comisura de los labios llevan
en si
cada marca de los recuerdos,

son la entrada a la memoria, y
sin cerrojos permiten que

por unos instante alguien nos
invada,

entonces caen las banderas,
los ojos se cierran,

ya no hay cielo ni estrellas,
la luna es solo una quimera

y el corazón se inquieta.

Desconoce la boca el sabor de
esa nueva lengua,

y los sentimientos confundidos
no saben si deben
salir,

si la prisión con barrotes de
esperas por fin debe

liberar el amor que comienza.

Tal vez solo sean labios sobre
labios,

un lenguaje sin palabras nuevas,

efímero tiempo que no deja
huellas,

o puede que

quizá en ese roce sin enterarnos
nuestra
vida nos susurre por dentro
que nos dejemos
llevar,

sin anuncios ni prefijos,

que prolonguemos el beso con
las manos aunque haya
testigos.



Ruben Mangiagli
© 2014



Agobio.


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Inexorable el reloj avanza y consume
el agobio del tiempo,

todo se escapa para no regresar, nunca
la oportunidad da otra posibilidad.

Ciego de palabras, mudo de visiones,
es como si lo sentidos
enloquecidos
ya no saben como extrañar.

Quedan los momentos apilados en la
biblioteca esperando alguien
lo quiera, los revise
para poder ser lectura que no duela,

capítulos que se entrelazan con una
rutina lógica y los anagramas
dejen su lugar.

Hoy siento todo sobre mi, es como si
una catedral me habitara y yo
no tenga la idea de lo que
es rezar,

Me entrego, hay días que no sirven ni
para volver a empezar.



Ruben Mangiagli

© 2014


Barcelona, vos.


.

Quiero adueñarme de esta primavera,
que sea nuestra,
hacer con mis palabras flores
que bajen por tu espalda,

del idioma una fiesta de besos
para que podamos hacer la traducción
literaria de
esto antiguamente nuevo
que nos pasa,

y que Barcelona por primera
ves guarde un secreto,

entre sus calles y paseos, en los
balcones que acarician
el puerto,

que nuestra miradas hagan el resto, el
azul de tus ojos de cielo
y el oscuro de los míos
que vieron sin vos de
cerca el infierno.

Estuvimos siempre tan cerca pero sin
entendernos tan lejos,
que fueron necesarios
años sin
calendarios para encontrarnos.

Y sin darnos cuenta supimos acercar
los pasos tanto tanto
que los suspiros superaron
la historia y los relojes al fin se
rinden sin preguntas
al amor esperado.


Ruben Mangiagli
© 2014




Quien.


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¿Quien me dará consuelos cuando ya
no tenga tanta fuerza
para ayudar,

donde se quedaran todos mis sueños
si me dejo someter
por la realidad ?

Hay días que ya no tengo ganas ni
motivos para fingir
actuar.

No me quedan espacios para encontrar ni
buscar la mano me pueda salvar.

La sensación de que los finales
aplastan todo sin
anunciar

y que a veces no alcanza con solo
respirar, detenerse o
avanzar,

por más que sepa que el juego no
da tregua y las noches
pueden matar

en un instante lo que las palabras nunca
ya podrán expresar.


Ruben Mangiagli.
© 2014




Vivir.


.

Nadie te va a salvar,
pero,
¿ Acaso crees que alguien te quiere matar ?

No porque vivas en una campana
de cristal las cosas
no sucederán.

Pasan tantas personas por la vida, como
historia puedes inventar
para narrar.

Muy pocos te van a extrañar,
menos son aun lo que te amaron de verdad.

Morimos a la mañana al despertar,
y vivimos dentro de la noche
para olvidar.

Nada es eterno, todo es provisional, la vida
pasa en cuatro
días
y no sabemos contar,

así que puedes elegir siempre,
nadie te va condenar,

ama hasta morir,
quiere a rabiar,
odia solo lo que no puedas evitar,

y cuando a alguien quieras besar juega todo
a una ficha
porque los suspiros
no sirven ,
y los labios que no beses
otra boca buscaran.




Ruben Mangiagli
© 2014





Siempre.


.

Me pregunto donde fueron los siempre,
esos que dijimos tantas veces
en abrazos, besos y versos.

Los que se quedaron por el medio
de un corazón,
el tuyo,
el mio,
o el de los dos.

Si siempre es para siempre por qué no
estamos juntos
y sembramos espacios que
no transitamos
por el miedo de encontrarnos.

Yo los reafirmo y los reescribo aun sin
saber sí está todo perdido
me los quedo,
uno por uno,

siempre te extraño,
siempre te quiero,
siempre te espero,

sin futuros, sin presente ni pretéritos en
un te amo que es tan siempre
que es eterno.



Ruben Mangiagli
© 2014





En el borde de tu falda.


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Quisiera ser parte de tu vestido, 
ese blanco que tan bien
te queda y a mi me
gusta tanto,

estar en su ruedo aunque sea
como alguna puntada de
los hilos de tu
recuerdo,

para que no olvides que aun te
amo como nadie te ha amado,
estar en las memorias
de tus pasos,

cerca de tu entrepierna, seguir
el ritmo de tus pies descalzos
por la sala de la
casa,

como esa noche perfecta que
nos mirábamos tanto,
intentando los ojos
simularan

manos que pudieran acariciar
y las visiones en cadena
sumaran lo que
amábamos.

Ser el borde de tu falda, por si
alguna ves por milagro
puedo recorrer tu
espalda,

aunque sea de ese modo porque
sería una manera de estar
pegado a tu
cuerpo

de sentirte un poco a mi lado
y quedarme para volver a
palpar soy una parte
de algo.


Ruben Mangiagli

© 2014




La perfecta soledad de la melancolía.


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No encuentro los motivos
para continuar,

ni para empezar,

tampoco para terminar,

todos se quedaron perdidos,
huérfanos.

No hay dolor, ni tiempo, la
melancolía se
adueñó
de mi cuerpo,

estático el reloj muere en
cada segundo,

no avanza, no atrasa, no
respira,

todo se quedó con vos y
en vos,

menos yo.



Ruben Mangiagli
© 2014




Presagios.


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Te miro, no hay aliento, es todo y no
es nada,

preludio de lo que puede suceder,
presagio
de buena nueva

tu desnudez
llena todas las habitaciones,
cada rincón
tiene tu forma,
metamorfosis de sexo
perfecto.

Y el amor se hace deseo, en instantes
indistintos,

Me miras, adivinas,
provocas,
mueren las esperas.

Caen los recuerdos, los daños,
lo bueno,
lo malo,

la historia es un instante
en los cuerpos,

el tiempo, efimeramente eterno.

Somos parte de la noche,
de nosotros,
del silencio sórdido entre
los dedos,

y todo lo que era nunca fue,

inéditos, por fin nos volvemos a
descubrir,

entre besos que saben
de amor,

acariciamos lo de uno sabiendo
es para dos.

Ruben Mangiagli.
© 2014




En el medio de las letras.


.

Te quiero entre todas las letras,
por el medio, el principio y 
hasta la zeta,

en cada numero del calendario
aun en los febrero bisiestos
en los feriados de mayo,

en el idioma que aprendemos
de la misma lengua
tan arraigada,

en las palabras prometidas en
los besos, en el color
de tus labios.

Te quiero de todas las formas,
sin acentos ni
espacios,

como se ama lo que siempre
estaba y no se
miraba

pero que te recorre la historia
y de pronto te inunda
el alma.



Ruben Mangiagli.

© 2014


En mitades.


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Se llenó el aire del aliento de los
besos que no se han dado,
perdidos sin dueños se hicieron
dolor

en cada corazón, huérfanos no
se encontraron,
en los rincones sin
esquinas se confundieron

entre tanto perdón que sabemos
nunca nada perdonó.

No quiero saber como estás pero
el olvido no aparece
y no tengo hacia donde escapar,

no quieres saber, ya no te sirve
preguntar la respuesta
que querías
adivinar.

No supimos a los demonios sin
nombres domesticar,
se quedaron

en el desorden, confundidos se
quebraron por
la mitad,

una
parte para ti,
otra para mi,

y nos mantenemos despiertos en
sueños para que no
se vuelvan a
buscar.


Ruben Mangiagli.
© 2014