Te miro, no hay aliento, es todo y no
es nada,
preludio de lo que puede suceder,
presagio
de buena nueva
tu desnudez
llena todas las habitaciones,
cada rincón
tiene tu forma,
metamorfosis de sexo
perfecto.
Y el amor se hace deseo, en instantes
indistintos,
Me miras, adivinas,
provocas,
mueren las esperas.
Caen los recuerdos, los daños,
lo bueno,
lo malo,
la historia es un instante
en los cuerpos,
el tiempo, efimeramente eterno.
Somos parte de la noche,
de nosotros,
del silencio sórdido entre
los dedos,
y todo lo que era nunca fue,
inéditos, por fin nos volvemos a
descubrir,
entre besos que saben
de amor,
acariciamos lo de uno sabiendo
es para dos.
Ruben Mangiagli.
© 2014
es nada,
preludio de lo que puede suceder,
presagio
de buena nueva
tu desnudez
llena todas las habitaciones,
cada rincón
tiene tu forma,
metamorfosis de sexo
perfecto.
Y el amor se hace deseo, en instantes
indistintos,
Me miras, adivinas,
provocas,
mueren las esperas.
Caen los recuerdos, los daños,
lo bueno,
lo malo,
la historia es un instante
en los cuerpos,
el tiempo, efimeramente eterno.
Somos parte de la noche,
de nosotros,
del silencio sórdido entre
los dedos,
y todo lo que era nunca fue,
inéditos, por fin nos volvemos a
descubrir,
entre besos que saben
de amor,
acariciamos lo de uno sabiendo
es para dos.
Ruben Mangiagli.
© 2014