Voy encontrando las letras,
palabras sueltas,
historias
de amores olvidados que
nunca fueron pasado
porque quedaron
escritos en paginas en blanco sin
finales con rituales
o anunciados.
De a poco voy formando
frases nuevas,
mil veces repetidas en
antaño, pero que son noveles en
mis manos.
Inmovilizadas, quietas,
mis costillas truncaban abrazos,
a veces el miedo
es superado por lo que es
inesperado
y los silencios se escapan
dejando espacios.
Puede que mis labios
no estén tan resquebrajados y mis
dedos de repente
en un instante sean
lapices afilados
que hagan de una imagen
de tus ojos
un soneto de cielos
sin lluvias de verbos que nos
fueron separando.
Prudencia indican
mis pensamientos,
el corazón también se une a ese
dictado,
pero el cuerpo solo
sabe de urgencias de consumar
el amor
destrozando las
memorias
se formaron
de tanto esperarnos.
Ruben Mangiagli
© 2014
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La espera de las letras
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