Otro día que nada cambia,
que si empieza en la madrugada
terminara cuando las
miradas
ya no puedan más de esperar,
donde una tarde de abril es igual
a la de hoy si no estas.
Tengo la vida
partida por una
mitad que no se parece en nada
a la otra mitad
que no la conozco ni sé como
actuar,
me sobra cuerpo
pero nada parece funcionar y
estoy tan manco de mi
mano derecha
que la izquierda no te puede
olvidar,
entonces para que caminar si
haga lo que haga voy
para atrás.
El olvido gana sin revanchas y
yo pierdo sin jugar.
Ruben Mangiagli
© 2014
Otro día.
.
La austeridad del vacío.
.
Nadie lo sabe, nadie lo ve,
todos los días corro en el vacío,
no hay lados
ni arriba ni abajo.
Sin tener donde apoyarlo mi
escritorio
no tiene esquinas,
los ángulos carecen de
identidad y
las palabras se desparraman
en algo que ni siquiera lo puedo
imaginar.
Las señales no sirven, los ratos
se van
y no los puedo encontrar,
es todo
tan austero que no tengo ni
siquiera donde descansar,
En papeles que voy rescatando
al divagar escribo,
quizá
algún día ella los encuentre,
puede que los lea
o que los deje pasar,
ahora
si entiendo lo que es la soledad.
Ruben Mangiagli
© 2014
La ausencia de los gatos.
.
Ayer se murió la gata de mi amor,
no hace mucho perdí a mi gato yo,
malos tiempos para los dos.
Como si fueran presagios se
marcharon,
hoy son recuerdos bajo
la tierra donde seguro nacerán
un jazmín y un girasol.
En la distancia, en diferentes
momentos el mismo dolor.
Al menos vivieron sus siete vidas,
y si la lógica se condice
con el amor
en una eternidad de gatos quizá
se encuentren
porque sus almas tenían algo de
ella, algo de mi
y el amor no muere aunque se
esconda entre los malos días
de la sin razón.
Ruben Mangiagli
© 2014
La comisura de los besos.
.
La comisura de los labios llevan
en si
cada marca de los recuerdos,
son la entrada a la memoria, y
sin cerrojos permiten que
por unos instante alguien nos
invada,
entonces caen las banderas,
los ojos se cierran,
ya no hay cielo ni estrellas,
la luna es solo una quimera
y el corazón se inquieta.
Desconoce la boca el sabor de
esa nueva lengua,
y los sentimientos confundidos
no saben si deben
salir,
si la prisión con barrotes de
esperas por fin debe
liberar el amor que comienza.
Tal vez solo sean labios sobre
labios,
un lenguaje sin palabras nuevas,
efímero tiempo que no deja
huellas,
o puede que
quizá en ese roce sin enterarnos
nuestra
vida nos susurre por dentro
que nos dejemos
llevar,
sin anuncios ni prefijos,
que prolonguemos el beso con
las manos aunque haya
testigos.
Ruben Mangiagli
© 2014
Agobio.
.
Inexorable el reloj avanza y consume
el agobio del tiempo,
todo se escapa para no regresar, nunca
la oportunidad da otra posibilidad.
Ciego de palabras, mudo de visiones,
es como si lo sentidos
enloquecidos
ya no saben como extrañar.
Quedan los momentos apilados en la
biblioteca esperando alguien
lo quiera, los revise
para poder ser lectura que no duela,
capítulos que se entrelazan con una
rutina lógica y los anagramas
dejen su lugar.
Hoy siento todo sobre mi, es como si
una catedral me habitara y yo
no tenga la idea de lo que
es rezar,
Me entrego, hay días que no sirven ni
para volver a empezar.
Ruben Mangiagli
© 2014
Barcelona, vos.
.
Quiero adueñarme de esta primavera,
que sea nuestra,
hacer con mis palabras flores
que bajen por tu espalda,
del idioma una fiesta de besos
para que podamos hacer la traducción
literaria de
esto antiguamente nuevo
que nos pasa,
y que Barcelona por primera
ves guarde un secreto,
entre sus calles y paseos, en los
balcones que acarician
el puerto,
que nuestra miradas hagan el resto, el
azul de tus ojos de cielo
y el oscuro de los míos
que vieron sin vos de
cerca el infierno.
Estuvimos siempre tan cerca pero sin
entendernos tan lejos,
que fueron necesarios
años sin
calendarios para encontrarnos.
Y sin darnos cuenta supimos acercar
los pasos tanto tanto
que los suspiros superaron
la historia y los relojes al fin se
rinden sin preguntas
al amor esperado.
Ruben Mangiagli
© 2014
Quien.
.
no tenga tanta fuerza
para ayudar,
donde se quedaran todos mis sueños
si me dejo someter
por la realidad ?
Hay días que ya no tengo ganas ni
motivos para fingir
actuar.
No me quedan espacios para encontrar ni
buscar la mano me pueda salvar.
La sensación de que los finales
aplastan todo sin
anunciar
y que a veces no alcanza con solo
respirar, detenerse o
avanzar,
por más que sepa que el juego no
da tregua y las noches
pueden matar
en un instante lo que las palabras nunca
ya podrán expresar.
Vivir.
.
Nadie te va a salvar,
pero,
¿ Acaso crees que alguien te quiere matar ?
No porque vivas en una campana
de cristal las cosas
no sucederán.
Pasan tantas personas por la vida, como
historia puedes inventar
para narrar.
Muy pocos te van a extrañar,
menos son aun lo que te amaron de verdad.
Morimos a la mañana al despertar,
y vivimos dentro de la noche
para olvidar.
Nada es eterno, todo es provisional, la vida
pasa en cuatro
días
y no sabemos contar,
así que puedes elegir siempre,
nadie te va condenar,
ama hasta morir,
quiere a rabiar,
odia solo lo que no puedas evitar,
y cuando a alguien quieras besar juega todo
a una ficha
porque los suspiros
no sirven ,
y los labios que no beses
otra boca buscaran.
Ruben Mangiagli
© 2014
Siempre.
.
Me pregunto donde fueron los siempre,
esos que dijimos tantas veces
en abrazos, besos y versos.
Los que se quedaron por el medio
de un corazón,
el tuyo,
el mio,
o el de los dos.
Si siempre es para siempre por qué no
estamos juntos
y sembramos espacios que
no transitamos
por el miedo de encontrarnos.
Yo los reafirmo y los reescribo aun sin
saber sí está todo perdido
me los quedo,
uno por uno,
siempre te extraño,
siempre te quiero,
siempre te espero,
sin futuros, sin presente ni pretéritos en
un te amo que es tan siempre
que es eterno.
Ruben Mangiagli
© 2014
En el borde de tu falda.
.
Quisiera ser parte de tu vestido,
ese blanco que tan bien
te queda y a mi me
gusta tanto,
estar en su ruedo aunque sea
como alguna puntada de
los hilos de tu
recuerdo,
para que no olvides que aun te
amo como nadie te ha amado,
estar en las memorias
de tus pasos,
cerca de tu entrepierna, seguir
el ritmo de tus pies descalzos
por la sala de la
casa,
como esa noche perfecta que
nos mirábamos tanto,
intentando los ojos
simularan
manos que pudieran acariciar
y las visiones en cadena
sumaran lo que
amábamos.
Ser el borde de tu falda, por si
alguna ves por milagro
puedo recorrer tu
espalda,
aunque sea de ese modo porque
sería una manera de estar
pegado a tu
cuerpo
de sentirte un poco a mi lado
y quedarme para volver a
palpar soy una parte
de algo.
Ruben Mangiagli
© 2014
La perfecta soledad de la melancolía.
.
No encuentro los motivos
para continuar,
ni para empezar,
tampoco para terminar,
todos se quedaron perdidos,
huérfanos.
No hay dolor, ni tiempo, la
melancolía se
adueñó
de mi cuerpo,
estático el reloj muere en
cada segundo,
no avanza, no atrasa, no
respira,
todo se quedó con vos y
en vos,
menos yo.
Ruben Mangiagli
© 2014
Presagios.
.
es nada,
preludio de lo que puede suceder,
presagio
de buena nueva
tu desnudez
llena todas las habitaciones,
cada rincón
tiene tu forma,
metamorfosis de sexo
perfecto.
Y el amor se hace deseo, en instantes
indistintos,
Me miras, adivinas,
provocas,
mueren las esperas.
Caen los recuerdos, los daños,
lo bueno,
lo malo,
la historia es un instante
en los cuerpos,
el tiempo, efimeramente eterno.
Somos parte de la noche,
de nosotros,
del silencio sórdido entre
los dedos,
y todo lo que era nunca fue,
inéditos, por fin nos volvemos a
descubrir,
entre besos que saben
de amor,
acariciamos lo de uno sabiendo
es para dos.
Ruben Mangiagli.
© 2014
En el medio de las letras.
.
Te quiero entre todas las letras,
por el medio, el principio y
hasta la zeta,
en cada numero del calendario
aun en los febrero bisiestos
en los feriados de mayo,
en el idioma que aprendemos
de la misma lengua
tan arraigada,
en las palabras prometidas en
los besos, en el color
de tus labios.
Te quiero de todas las formas,
sin acentos ni
espacios,
como se ama lo que siempre
estaba y no se
miraba
pero que te recorre la historia
y de pronto te inunda
el alma.
Ruben Mangiagli.
© 2014
En mitades.
.
Informe.
.
Tengo que redactar el informe de situación,
tiene que ser veraz y concreto,
sin florituras ni entusiasmo,
algo que diga exactamente que sucede,
donde y cuando,
que contenga un dejo de melancolía, un
poco del paso de los años,
olores inventados, todos los imaginarios.
Que las estaciones estén detalladas,
resumidas
por temporadas,
las de las lluvias que simularon lagrimas
que nunca escaparon de su
desgracia,
de soles que quemaron la esperanza y de
fríos que me congelaron lo
poco que queda de mi alma,
la síntesis de una novela, un poema crudo
y despiadado que oculte
lo que no puede ser ocultado,
un resumen como este que a continuación
escribo despacio:
Aun te quiero, siempre te extraño.
Ruben Mangiagli
© 2014
Olvido necesario.
.
Contuve la respiración algunos pasos,
pero todo pasó muy rápido,
las estrellas, la noche.
el cielo raso negro
las ventanas,
la historia y
el fracaso,
no fueron necesarios discursos largos,
ni palabras de simulacros
solo mi voluntad,
la aceptación,
el valorarme
sin atajos,
No importaron los inviernos cambiados
ni la lluvia de verano,
lo que hicimos,
lo que no logramos,
ni las promesas,
ni lo juramentos
hechos en
vano,
Sin pensarlo mucho te hice olvidos y
archivos del pasado,
sin rencores,
ni dolor,
con respeto y
agradecido por todo lo
que me has
dado,
No te dejé nada, ni nada me diste en
el tiempo que valga
para algo, estoy
entero por todos
lados.
Porque mi amor lo necesito para
otra mujer diferente que
me robe las letras
mientras mis
manos
reconocen un nuevo sentimiento
que de tan antiguo
estaba escondido
perdido entre
rincones y
años.
Ruben Mangiagli
© 2014
Suerte.
.
Aprendí a conjugar tu pasado
para que seas mi presente,
A conocerte cada día para así
escaparme de mi muerte,
y ahora que te tengo,
gozarte en el beneplácito de
mi bendita suerte.
Ruben Mangiagli
© 2014
El mendigo.
.
Hoy bien temprano yendo caminando a mi trabajo justo en la esquina estaba un mendigo durmiendo entre cartones en el portal de un banco, a su lado una lata vacía que seguro usará para pedir limosna. Yo suelo tomarme un café enfrente y no pude dejar de mirarlo. Las personas pasaban apuradas a su lado, no lo veían, era como un decorado inesperado, molesto, que nadie se atrevía a cambiarlo.
Y pensé que el hombre quizá ya no se pueda salvar de su destino, hablo del hombre como genero humano, de todos nosotros. Nos movilizamos o simulamos hacerlo por otras cosas, por ballenas, bosques, perros sin dueños, a veces por enfermos o inválidos, pero ignoramos el abandono de un hombre tirado en la calle, su historia, por qué llegó a eso.
Nunca vi un grupo en Facebook de salvemos al mendigo del barrio, si fotos de todo tipo haciendo creer que somos más humanos por postear algo socialmente aceptado.
Y no digo que lo demás no sea importante, puede que si, pero no tanto como dejar abandonada a un persona que ya está fuera de nuestro mundo, no podemos salvar a un perro sin antes salvar a un ser humano, es un orden lógico, un hilo conducente para lo demás.
No, no hay grupos de salvemos a los mendigos, preferimos dejarlo abandonado y lavar de vez en cuando nuestra consciencia dejandole una moneda, evitando tocarlo.
En el bar algunos leían el diario, otros reían mirando sus teléfonos, y en
realidad todos estamos fuera del mundo real si ignoramos a un persona tirada en la calle.
Crucé la acera, le dejé cinco euros, y no me sentí mejor, al contrario su imagen me quedo grabada, a las dos horas pasé por el mismo lugar y ya no estaba, y sentí que yo también lo había abandonado.
Ruben Mangiagli
El último.
.
He amado tanto que a veces
estoy cansado,
mis manos ya no son las mismas,
y mis ojos están agotados.
Algunos sueños admito fueron
reales, casi consumados
otros que ni siquiera empezaron.
No recuerdo haber sido el amor
primero de una mujer,
y la verdad
no importa tanto.
Tengo un estigma extraño, que
para algunos puede ser
una suerte,
algo que se envidia sin saber el
insólito resultado,
por mi labios pasaron besos de
hermosas señoras
y tuve el placer de gozarlos,
pero siempre fui el penúltimo
amor de todas,
el que no se queda a su lado, y
ya no cuento las mañanas que
me despierto solo
deseando por una vez ser el
ultimo amor
de la mujer que amo, y así
arrinconado en sus
caricias
sumando instante tras instante,
dejar que el tiempo pase muy
despacio.
Ruben Mangiagli.
© 2014
El sonido de tus labios.
.
respuestas y todas
las preguntas
en los espacios de sonrisas
entre palabras,
en las risas de la buena
memoria.
Cuando la melancolía en
su silencio
anunciaba que los finales
pueden ser una
manera de empezar.
La melodía de tus silabas
que mi alma
reconocía entre
los días que se
escapaban con las retinas
cansadas de lagrimas
que se contenían,
todas tuyas y las
mías que solo
pueden salir como
gotas de rimas.
La fe necesaria en cada de
cada uno,
nosotros,
por separado
intentando arrimar ángulos
que parecían
muertos pero no lo
estaban tanto.
Tu voz una parte, un sonido
que intento memorizar
para despertar
distinto
sin toda esa angustia sin
dueños que se mezcla en
un café solo
que se enfría por no
estar acompañado,
Palabras que envuelven
tus labios, las
mismas de estos
años, presagio de
futuro quizá o
de abismos infinitos
que no dejaran
jamas descansar los
presentes con
tantos recuerdos.
Ruben Mangiagli