En tu voz encontré tantas
respuestas y todas
las preguntas
en los espacios de sonrisas
entre palabras,
en las risas de la buena
memoria.
Cuando la melancolía en
su silencio
anunciaba que los finales
pueden ser una
manera de empezar.
La melodía de tus silabas
que mi alma
reconocía entre
los días que se
escapaban con las retinas
cansadas de lagrimas
que se contenían,
todas tuyas y las
mías que solo
pueden salir como
gotas de rimas.
La fe necesaria en cada de
cada uno,
nosotros,
por separado
intentando arrimar ángulos
que parecían
muertos pero no lo
estaban tanto.
Tu voz una parte, un sonido
que intento memorizar
para despertar
distinto
sin toda esa angustia sin
dueños que se mezcla en
un café solo
que se enfría por no
estar acompañado,
Palabras que envuelven
tus labios, las
mismas de estos
años, presagio de
futuro quizá o
de abismos infinitos
que no dejaran
jamas descansar los
presentes con
tantos recuerdos.
respuestas y todas
las preguntas
en los espacios de sonrisas
entre palabras,
en las risas de la buena
memoria.
Cuando la melancolía en
su silencio
anunciaba que los finales
pueden ser una
manera de empezar.
La melodía de tus silabas
que mi alma
reconocía entre
los días que se
escapaban con las retinas
cansadas de lagrimas
que se contenían,
todas tuyas y las
mías que solo
pueden salir como
gotas de rimas.
La fe necesaria en cada de
cada uno,
nosotros,
por separado
intentando arrimar ángulos
que parecían
muertos pero no lo
estaban tanto.
Tu voz una parte, un sonido
que intento memorizar
para despertar
distinto
sin toda esa angustia sin
dueños que se mezcla en
un café solo
que se enfría por no
estar acompañado,
Palabras que envuelven
tus labios, las
mismas de estos
años, presagio de
futuro quizá o
de abismos infinitos
que no dejaran
jamas descansar los
presentes con
tantos recuerdos.
Ruben Mangiagli