Archive for septiembre 2011
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Déjalo ir.
.
No dejes que el tiempo cure las cosas,
arremete contra ello, aunque duela o
aunque mueras en el intento.
Todo es efímero, provisional, no te pares
a llorar, levanta la mirada y camina, da
un paso, y luego otro más.
Que el café no se enfríe, y si lo hace
lo vuelves a calentar, lo tomas como la
vida y no lo desperdiciaras.
La memoria es solo eso, un recuerdo,
que por mas feo no cambia tu presente
vive el hoy, es tu tiempo.
Y cuando encuentres a alguien ya no
te mojaras, podrás refugiarte, y si con
quien estas no vale,
buscas la puerta y te vas, es mejor así,
la soledad compartida de nada te valdrá,
respira y vuelve a empezar.
Si en tus pulmones crees solo tienes
humo, siente el aire en tus venas y tu
cuerpo te responderá.
No siempre que llovió paró, sabemos
que eso es verdad, empapa tu sonrisa y
de frente le dices a los demás:
Es mi vida, no voy a sufrir más, asi que
lo toman y si no, por favor pónganse en
fila india y váyanse a cagar.
Ruben Mangiagli
Te quiero.
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Te quiero porque te quiero, de
la manera única que sé, estés presente o estes lejos.
Con mis manos abiertas dispuestas para abrazarte,
cuidarte, y que sean caricias de amante.
En caída libre o cuando
planeas en tus sueños y vas cayendo en espiral.
Donde tu sonrisa se hace risa, y tus labios forman
el corazón de mis días.
En tu sexo reconocido por el mio,
en el encaje perfecto de los vértices de los cuerpos.
Cuando duermes, cuando callas y me dices todo
con tan solo una mirada.
En tus celos que me cuidan de otras y de mi, y el mundo
sea de dos, y siga así.
Te quiero como puedo
de la mejor manera y las demás en juegos te las invento.
En la libertad de elegirnos, y en el sincero perfecto orgullo
de sentirnos y sabernos nuestros.
Ruben Mangiagli
Soledad partida.
.
Soledad de uno nacida de dos,
que parte al medio un corazón,
y simulada crear dos, para ser
mas fuerte y aguantar el desamor.
Éxtasis de pertenecer a la noche
profunda, donde mirar hace que
los ojos duelan, y la memoria se
disuelva como carne muerta.
Invisibilidad ante otros, ser ya
nadie, para ser ninguno, paria
que nunca tuvo nada, o lo tuvo
todo y ahora es vacía esperanza.
Seguir en la inercia de los huesos
rotos, costillas sin coraza y el
cuerpo sin sensación de auras,
ser solo humano sin tener alma.
Y tu imagen en todos los lados,
en rincones que desconocía tú
habitabas, castigo de perderte
por orgullo y quedar sin palabras.
Soledad nacida de este último
adiós, donde te doy la espalda
por amor, para no sentir el más
temido sentimiento, tu dolor.
Ruben Mangiagli.
Querés?
.
Querés mimos?, querés amor?
Mira mis manos, mirá donde estoy.
Querés lujuria?, querés pasión?
Siente mi piel, se funde con vos.
Y si querés otra cosa mejor, bésame
porque después mi amor, después
los cuerpos ya no nos pertenecerán,
seran solo uno, hecho por los dos.
Ruben Mangiagli.
Estoy.
.
Los días que vos caminas por la cornisa
yo estoy, mas allá de la altura
mas allá del dolor.
Los días en que sonreís y muero por vos
yo estoy, me siento vivo
y soy mi propio Dios.
Las noches donde tus miedos no te dejan
dormir, sin que lo sepas estoy
te cuido con sueños de amor.
Las noches donde los cuerpos se desean
por supuesto que estoy,
soy tu orgasmo y tu pasión.
Cuando te atenaza el presente, la soledad
y la Fe se pierde, igual estoy e
invento una plegaria de dos.
Y cuando ya no quieras que este, me voy
pero quedaré en tu memoria como
el hombre que más te amó.
Ruben Mangiagli
200 días.
.
Me quedé con ganas de saber como es
el viento cuando tú lo tocas, si el sol
brilla más si despiertas a la mañana a
mi lado, y si la luna se pondrá celosa.
Perder por perder perdí todo lo que no
vivimos, y sin embargo gané porque
contigo re-aprendí el amor, entre cafés
de medianoches y alguna canción.
Amor de hombre que me hizo sentir
como un niño que todo lo descubre,
que se sorprende al ver lo que nunca
vio, deseando tocar lo que no se tocó.
Doscientos días juntos, alguna noche
de pasión, un te quiero en cada rato
compartido, un adiós que uno dijo y
el otro repitió, y el dolor que quedo
en un verso inconcluso que escribimos
una noche tu y yo, como preludio de
un final , de una espera, de un cuento
que creíamos era la historia del amor.
Ruben Mangiagli
Dejame...
.
Déjame que manche tu cuerpo con mi ser,
que mi esencia de hombre sea el fin del
principio de otro capitulo, donde mezclar
los suspiros con las caricias, el éxtasis y
la agonía corporal infinita.
Quiero caer sobre ti, agotado, renovado,
dueño de la muerte de mis sentidos en el
renacimiento tardío de mis sentimientos,
que las manos que transmitieron juegos,
sean ahora futuro pasado.
Que los besos renueven el encuentro y
las lenguas ávidas de sabores extremos
mezclen el tuyo con el mio, el nuestro,
y las miradas de ojos cerrados sean solo
parte de los desvelos.
Comenzar a recorrer tu pecho, con todo
lo que tengo,y que mi piel se aprenda la
tuya fusionando los cuerpos, al compás
del unisono movimiento de caderas, y
te invada de nuevo.
Y si llegamos al milagro del tercero, las
sonrisas dejen los labios libres para el
cigarro del festejo, una vez más pudimos
alejarnos de la muerte, muriendo entre
orgasmos y deseos.
Ruben Mangiagli
En el espejo.
.
Los momentos se apilaron en los rincones,
llenos de polvos cubiertos de dolores,
quedaron quietos suspendidos en peldaños
que no llevan hacia arriba ni hacia abajo.
Como papeles que serán pasto de fuego,
prestos a ser quemados a borrar cada
uno de los recuerdos, para que la ceniza
leve, se la lleve el viento a un lugar lejos.
Y ahí, cuando ya nada quede, podre decir
frente a mi mismo, ya no te quiero, y los
espejos me devolverán mi imagen, y mis
manos dejaran de vivir sin sentimientos.
Era necesario que pasara todo esto, para
que ya no existas, para dejar de ahogarte
en cada noche de invierno en una copa de
licor, de sabor amargo, con gusto a viejo.
No quiero que me pidas nada, bien sabes
que perdiste ese derecho, pero yo aun
tengo letras para hacerlo, prefiero ser lo
que he sido, y no ser ya parte del infierno.
Ruben Mangiagli.
Entrega
.
Dejarte hilos de saliva en la espalda
casi invisibles,
como rocío de amor,
y que en cada parte lleve en el medio
una palabra de nexo
que solo vos y yo conocemos,
entre beso y beso
que el alfabeto frió e ignorante en
letras pueda formar esa palabra,
en el espacio del deseo anhelado
en la espera del tiempo sin tiempos
en destinos jamas escritos que se
juntaron para ser solo un adverbio
de tiempo, ahora.
También darte otras cosas que
soñaste y algunas inimaginables que
en tus brazos podrían revelarse en los
silencios después del amor consumado
y así y solo así, poder decir en el mudo
nudo que une mi piel con mis huesos,
te quiero
más allá de un momento, más acá de
los inservibles pretéritos.
Ruben Mangiagli
Distancias.
.
Cuando la realidad te duele y te hace feliz
es que amas a alguien que no está, que a
veces puedes imaginar tocar, a quien das
un beso en el aire antes de irte a descansar.
Sin embargo no discutes lo que sientes, y
a veces por más cruel que pueda ser, eres
el mas afortunado en tu mundo, puedes y
quieres amar, aun sin abrazar, sin acariciar.
Y tu mente te va haciendo los recuerdos
que serán futuros al poder llegar al final,
a ese lugar donde quieres estar y no puedes
sabiendo que tienes que esperar y esperar.
Desespera la soledad de dos que no van
a dormir en la misma cama, el café de la
mañana que sabe añoranzas, el diario que
cuenta entre lineas del amor que no esta.
Sigues aunque el cuerpo te pese, y las
manos vaciás llenas de tactos adeudados,
se pierdan en los bolsillos, entre monedas
para una llamada que acerca y aleja más.
Es un prueba cuando toca amar así, que
solo puedes superar cuando tu corazón y
tu alma sienten, que a ella le pasa igual,
que te espera, en tu casa, y no entiendes
otra vida sin sus ojos que te puedan mirar
tan cerca de los tuyos, que sientes su aire
al respirar, y ese beso mil veces adeudado
por fin...por fin toca tus labios de verdad.