Déjame que manche tu cuerpo con mi ser,
que mi esencia de hombre sea el fin del
principio de otro capitulo, donde mezclar
los suspiros con las caricias, el éxtasis y
la agonía corporal infinita.
Quiero caer sobre ti, agotado, renovado,
dueño de la muerte de mis sentidos en el
renacimiento tardío de mis sentimientos,
que las manos que transmitieron juegos,
sean ahora futuro pasado.
Que los besos renueven el encuentro y
las lenguas ávidas de sabores extremos
mezclen el tuyo con el mio, el nuestro,
y las miradas de ojos cerrados sean solo
parte de los desvelos.
Comenzar a recorrer tu pecho, con todo
lo que tengo,y que mi piel se aprenda la
tuya fusionando los cuerpos, al compás
del unisono movimiento de caderas, y
te invada de nuevo.
Y si llegamos al milagro del tercero, las
sonrisas dejen los labios libres para el
cigarro del festejo, una vez más pudimos
alejarnos de la muerte, muriendo entre
orgasmos y deseos.
Ruben Mangiagli