Uno.


.

Nunca supo en que momento la había encontrado,
no podía recordar el momento exacto,
si su soledad se había terminado de un golpe
o si todo fue muy despacio,

en que parte las palabras fueron como abrazos y
los puntos dejaron de estar separados,
era como un idioma raro donde común era
escuchar todo pegado,

tequiero, le decía ella
teamo, respondía él apurado.

Sus miradas se rodeaban, no existía nada pudiera
evitarlo, los días no pasaban por sus
calendarios, el futuro era ahora, el pasado como
la memoria y los recuerdos necesarios sin
meses, sin años.

Ahora que está solo, que la eternidad lo obliga a
volver a esperarla, todo parece
se detuvo la mañana que los ojos de ella
se cerraron,

teextraño, dijo
y el silencio se quedó a su lado.


Ruben Mangiagli

© 2013




Your Reply