Arcos en sus manos.
La noche se parte por la mitad, en el oriente te echo de menos y en mi occidente es en vano, así son las vidas de los gatos cuando extrañamos, todos los tejados nos parecen lejanos y las terrazas solo pisos divididos en cuadrados de rayuelas que no conducen a ningún lado, vemos arcos iris dibujados que nacen en los ojos de la gata que amamos que terminan en sus manos. Hoy tengo cara de perro, no ladro y muevo la cola de enojado, pinto colores opacos y me fumo el tiempo con un café helado. Flora no está y si estoy solo, solo soy un gato.
RM
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La historia de Flora y Gatomate. X
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