Qué a partir de tus besos
nazcan mis versos,
y
que las rimas imiten tus
labios en movimiento,
que la piel de tu espalda
sea como un lienzo
cuando yo escriba poemas
con las puntas de mis
dedos,
donde la inspiración sea
como el deseo,
y
seamos arte y parte
silencio y estruendo
el antes y el luego,
para que las palabras sean
carne y
la belleza se quede en tu
cuerpo.
Ruben Mangiagli
©
2014