Se congeló el tiempo en tus ojos
un instante antes de tu
adiós,
y mi corazón helado ya nada pudo sentir,
no se explicarlo, es como todo el
amor muriera al terminar
una canción,
o si las flores vivieran un solo día o dos,
es la brevedad de la palabra
que no entiende del
perdón,
el ocaso de un amanecer sin luna ni sol,
sobrevivir a una devastación del alma
sin ni siquiera tener
una razón,
la espera inútil de una mirada más, de
un beso que no llegará jamas, soledad
impropia que no tiene
nombre
una rima deshecha, un poema jamas se
escribió, la justificación del
dolor.
No me preguntes si te quiero, todavía aun
te siento a mi alrededor, respiro tu recuerdo,
la memoria de
un amor
que se quedó todo en mi y nada en vos.
Ruben Mangiagli.
©
2014