Un día cualquiera perdí tu tacto,
tus caricias, algunos de tus abrazos,
luego desaparecieron los suspiros
y fueron reemplazados uno a uno,
despacio, por los desganos.
Las palabras huyeron a otro lado,
como si existieran mil abecedarios,
y no me dí cuenta,
preferí seguir jugando sin reglas
pero siendo sincero sin engaños, en
mi verdad confusa una
noche perdí tus labios,
los besos, y las palabras
se fugaron.
Eras silencio y te fuiste de mi lado,
y te extraño en todas las estaciones
del año, incluso la que inventamos en
donde el verano era invierno
y los amaneceres se cambiaron,
entonces la vida empezó a girar en
contramano, solo para mi,
en izquierdas de atajos,
y aun así puedo escribirlo, te quiero
aunque lo escriba como un
ciego entre nubes de olvidos
con sabor a café y tabaco,
tan amargos que ni
siquiera siento mis dedos
que menguan de vos
y el tiempo es tan largo
que el reloj da vueltas pero no
llega a ningún lado.
Ruben Mangiagli
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El desgano de los suspiros.
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2014