Puedo escribir diez poemas en un día, pero ninguno que te llegue a vos.
R.M.
Archive for mayo 2014
Repudio.
.
Camino por la calle fumando
un cigarro,
hoy más que nunca mis pasos
son inciertos,
a veces la vida parecen juegos
y otras pesa,
agota,
gasta el tiempo con desganos.
Tal vez me debería reinventar,
aprender de
esta soledad que lleva nombre
y aceptar,
que si de tanto ganar a perder
me debo acostumbrar,
repudio de mis letras que hoy
hablan por mi,
imagen desconocida
frente al reflejo de vidrieras
de cartón y papel,
y me dejo llevar de aquí hacia
allá,
sin norte ni calendarios,
ignorando adonde voy
a llegar,
quizás deba dormir un poco
más y
olvidar el miedo a soñar, de
despertar cada mañana
y todo sea
tan diferente y continué igual.
Ruben Mangiagli.
Certero.
.
Puedo escribir en cada bala
si quieres mi nombre,
el tuyo o el de los dos,
que cargues el arma
con tus manos y se olviden por
unos instantes
de tu dolor,
mirarte a los ojos fijamente,
sin penas,
sin rencor,
sin pedirte perdón,
quitarme la camisa para
que apuntes
certeramente a mi corazón y
sostener mi respiración.
Puedes negar que te he amado
como nadie te amó y
disparar,
pero tienes que saber que el
amor no muere,
que ni siquiera es una opción
y que los recuerdos
matan por las noches y que
igual al otro día
sigues viva sin poder
encontrar una razón.
Así que si quieres dispara y
mátame a mi, a ti,
a los dos,
pero nunca más tendremos
paz si morimos
por amor.
Ruben Mangiagli
© 2014
Pétalos de vos.
.
acéptala por favor,
tiene pétalos de memorias
de recuerdos de los dos,
el perfume de tu piel
con el color de tus ojos de azul,
el tallo de mi cuerpo
que solo te reconoce a vos,
ya ves no es una flor cualquiera,
esta impregnada de
nostalgias y aromas
de amor,
creció entre nuestros
desencuentros,
esperas y aprendió
de tu dolor,
que se quede en tus manos hoy,
para cuando la mires
entiendas
que si una flor sobrevivió todo
esto,
juntos podemos
escapar al suicidio de
este amor.
Ruben Mangiagli
© 2014
La ausencia de las ideas.
.
nada sé de astrología o de
cosas escritas en el cielo,
si las flores son hermosas en primavera o
en los largos inviernos.
No lo sé.
Ignoro el por qué muero en tus ojos donde
el cielo se refleja y respiro apoyado
en el deseo de tus senos.
Si hay un destino cierto donde terminemos
juntos viendo los amaneceres en
las noches de desconciertos.
Tengo tan pocos certezas verdaderas pero
sé que estoy jodido porque el
tiempo se nos escapa
y por quererte como te quiero, donde las
justificaciones no son necesarias
y mis manos escriben
estas letras extrañando tu ausencia en los
días y eres presencia en todos
mis sueños.
Ruben Mangiagli
© 2014
Entre risas.
.
Imagina que nos conocimos en esta vida,
en otras muchas más, en la
que seguro vendrá,
que las flores de tu terraza pueden cantar,
que la luna no se
esconde jamas,
las estrellas giran hasta formar tu nombre
sobre el mio y que nos es
imposible de pronunciar,
que los relojes marcan las horas para atrás
pero los minutos se adelantan
al día no amanecerá.
Podemos ver un piano que ninguno de los
sabe tocar, y la música es
de celofán,
y que te quiero como nunca quise jamas y
me lo crees entre besos de
sabor de coñac,
que el cigarro estamos fumando no se va
terminar y que nos lleva a Saturno
y mas allá,
y me juras que me quieres hasta el cielo
infinitas veces ida y vuelta
sin parar.
Ahora detente, y piensa que todo esto es
de verdad, que no hay licor ni
humo para volar,
y entonces si, podrás entender del amor
que te prometo entre risas cuando
podemos hablar.
Ruben Mangiagli
© 2014
La ausencia de tus ojos
.
No todo se puede tener,
pero todo se puede extrañar.
Eso es lo que jode y duele,
la sin alternativa
de la opción
de elegir,
es lo que tiene la ausencia,
la distancia de las
miradas,
la perdida de la palabra que
ahoga el alma.
Fue tan fácil tenerte,
tan anunciado perderte,
que el desconcierto de cada
verso es tan
patente,
que las rimas del te quiero
se hacen olvido.
No saber de ti es rutinario y
contundente,
tanto que el aire se parece a
piedras de
hielo que me caen mientras
el sol duerme,
y eres lo que no tengo,
la no presencia,
un puto recuerdo
de que la felicidad se quedó
en tus labios y yo sin
tus besos.
Ruben Mangiagli
Besos perdidos.
.
Todos tenemos un arcón viejo
donde guardamos
los besos que no dimos,
los te quiero adeudados, los
te amo que robamos
y descartamos,
algunos los hacemos letras
en labios con formas de
poemas,
otros los archivan y siguen de
a poco con sus vidas,
pero nadie escapa al recuerdo
del momento en que no
se dieron
y a veces sin querer hacemos
sombras chinas de
bocas
en la pared cuando brilla la
luna y tiramos besos
al viento
y nos quedamos pensando
en la historia que no fue, en
el instante que se
escapó
por desgano, orgullo, vanidad,
o miedo
y añoramos lo que no tuvimos
por no saber como
perderlo.
Ruben Mangiagli
© 2014
Sudestada.
.
que toda esta furia
se convierta en calma,
cuando todos mis recuerdos se
inunden, empezar
de nuevo
y ser río que comienza a crecer
hasta que mi alma se
desborde de palabras.
Ruben Mangiagli
© 2014
Sin espacios.
.
No quiero dormirme en
las adyacencias del deseo,
te quiero a mi lado,
respirando agitada
después de haberte amado,
en el silencio
de tus sueños inesperados,
en las risas quemadas
entre cigarros,
perdidos en las sabanas
buscándonos,
compartiendo el dolor si
es necesario,
en un desayuno,
caminando,
hablando,
suspirando,
quiero despertarme con
vos enamorados,
que no seamos silencios
de esperas que el
viento de a poco va
arrastrando,
porque un amor merece
ser honrado,
y entendamos que lo que
otros llaman
milagro no lo es,
porque nosotros querida
mía,
ya no sabemos que hacer
para encontrarnos.
Ruben Mangiagli
© 2014
La espera de las letras
.
Voy encontrando las letras,
palabras sueltas,
historias
de amores olvidados que
nunca fueron pasado
porque quedaron
escritos en paginas en blanco sin
finales con rituales
o anunciados.
De a poco voy formando
frases nuevas,
mil veces repetidas en
antaño, pero que son noveles en
mis manos.
Inmovilizadas, quietas,
mis costillas truncaban abrazos,
a veces el miedo
es superado por lo que es
inesperado
y los silencios se escapan
dejando espacios.
Puede que mis labios
no estén tan resquebrajados y mis
dedos de repente
en un instante sean
lapices afilados
que hagan de una imagen
de tus ojos
un soneto de cielos
sin lluvias de verbos que nos
fueron separando.
Prudencia indican
mis pensamientos,
el corazón también se une a ese
dictado,
pero el cuerpo solo
sabe de urgencias de consumar
el amor
destrozando las
memorias
se formaron
de tanto esperarnos.
Ruben Mangiagli
© 2014
Autoretrato de palabras.
.
Quizá haya alguien que me quiera amar,
donde poder descansar,
tanto dolor a veces no se puede aguantar
me estoy haciendo viejo
casi sin saberlo y sin saber
donde estar.
No es buena esta lluvia entre simulacros
de veranos
y los inviernos siento que son
cada vez largos,
si pudiera calmar mi consciencia para
poder recomenzar,
ser un poco mejor para no lastimar,
y volver a aprender amar.
No hay ángeles ni lagrimas cuando lo
oscuro es solo la noche pintada de
soledad,
y mis brazos se extienden en la cama,
abrazando el aire que es el
vacío que no puedo
llenar,
no sé que hacer con lo que tengo para
dar y estoy tan solo que no me
puedo encontrar
uno más uno siempre me da uno y no
recuerdo como sumar.
Ruben Mangiagli
© 2014.
Pero si.
.
Es verdad que extraño las veredas
de mi barrio,
el olor en otoño de los almendros,
las farolas intermitentes
que iluminan
como fabricas de sombras,
también el aroma del rio algunas
mañanas cuando me
aprieta la nostalgia,
las esquinas que cuentan historias
y las archivan en los besos que
se roban.
Pero si me lo pides me quedo.
Las cortadas empedradas donde se
pueden dibujar escaleras
para llegar al cielo
en las rayuelas,
los amigos que siempre están aun
en mi partida sin regreso
que cuando beben
un café siempre
me esperan.
Pero si me eliges me quedo.
Aunque casi hablemos diferentes
lenguas, y las calles lleven
nombres de reyes y reinas,
de batallas y políticos
que no me
interesan,
por más me abrume el ruido de
“vuestras” fiestas,
odie los toros y que hasta a
veces me sienta un
extranjero sin rincones ni
tierra.
Pero si te elijo me quedo.
Porque el hogar de un hombre es
donde está la mujer que ama,
para cuidarla,
quererla,
sin importar
el mundo
lo rodea, las ciudades
o los mapas.
Ruben Mangiagli.
La coherencia del aprendizaje.
.
hablan de lineas paralelas y no quiero eso,
prefiero los ángulos que forman
las piernas.
los semicírculos del movimiento de
las caderas,
quiero cruces, puntos que se encuentran
esos que si los juntas
forman las constelaciones de
las estrellas,
No soporto los mapas
políticos que
dividen las fronteras del deseo, prefiero los
relieves como medanos
que se asemejen a tus senos,
que la geografía sea tacto
que se hace memoria
con cada beso,
la historia que aun no fue
escrita pero se respeta,
la aritmética
sin restas,
la poesía a las novelas,
y solo tu nombre escrito en cursiva aunque
me sobren las demás letras.
Ruben Mangiagli.
Tenerte.
.
y poder hablarles de tu cuerpo,
de la distancia exacta que hay entre tus senos,.
Contarles de tus piernas,
ese par de tijeras con las que has podado mi
tristeza
y abrazaste mi existencia.
Hablarles de tus manos y de las caricias que
éstas encierran;
de tus ojos y de la paz del cielo que
se mezcla con los míos de
tormenta.
De tus caderas firmes , tu vientre plano;
y de tu sexo, ése eterno manantial de
de deseos.
De tus pies que marcan mis pasos,
tus uñas y cómo dibujan surcos en
mi espalda,
de tu lengua como ágil oponente de mi lengua
Y de toda tú cuando estás desnuda
y me besas.
Me gustaría tenerte ahora, aquí para
no narrarles nada a mis letras que te extrañan
en esta tarde de sábado
de café, palabras y nostalgias mezcladas
en humo
de cigarros que nunca se acaban
y te esperan.
La sirena de las letras.
.
Cuando la lluvia se suicidaba sobre el agua, en el Arca apareció un ser extraño que aun no había sido creado por la literatura, una sirena de cabellos rubios y ojos de cielo...que nadie rescató, no era un animal, no era una mujer.
Sola se quedó en el mar inmenso que cubría la tierra cantando su soledad, y desde esos días a veces algunos escritores nos acordamos de ella, es la inspiración de la belleza, de la supervivencias entre tantas letras, es una historia real que nadie cuenta.
Ruben Mangiagli.
Y si.
.
Y si soy yo y me pierdes.
Y si el nosotros jamas existe
por culpa de los dos,
¿ a quien echaremos culpas si
ninguno lleva la razón ?
Tantas lunas tan lejos que las
manos se transparentan
de distancias
que se miden en días sin dueños.
Y si soy yo al que esperas tanto.
Y si sos a quien estoy buscando.
Y si el nosotros es cierto como
algo verdadero,
es mucho mejor afrontarlo
queriéndonos,
porque si nos alcanza el olvido
al menos intentemos
no merecerlo.
Ruben Mangiagli.
© 2014
La lógica de las manos.
.
Esa maldita distopía del sabor de tus labios,
de tus besos,
del abrazo de tus manos en Junio,
noche que se escapó
mientras todos nos miraban
con caleidoscopios en
blanco y negro.
Esa esperada utopía de tu cuerpo imaginado
en mis sueños,
del sudor del amor en desacuerdo,
días que se quedan
sin que nadie nos vea
ni le importemos al cielo
lleno de estrellas.
Somos la izquierda y la derecha
con un
toque de viceversa
que se necesitan
se buscan y no se encuentran,
la temida marea de un mar sin agua ni arena.
Ruben Mangiagli
© 2014
Arrinconados.
.
Caí arrodillado rezando a ningún dios,
entre susurros y gritos
supliqué
nadie escuchó, y sigo solo entre todos.
Si no creo en tí no tengo
idea como voy
a creer en mi.
Siento que no hay cielo ni infierno y
la soledad de las palabras es
un mudo reino
que oprime mis labios y
no me deja
hablar.
No puedo buscarte,
no me puedo encontrar.
Perdidos en el amor que tanto es y
no lo vemos
nos entregamos algo que no sabemos
comenzar ni terminar
nos quedamos en ángulos
muertos,
arrinconados sin abrazos, sin llorar.
Ruben Mangiagli
© 2014
Momento.
.
los cubiertos,
los niños que están con la abuela,
si la cerradura está puesta,
si la tarta del horno se quema,
el reloj que marca las ocho y media,
el tiempo que hace afuera,
que ropa llevamos puesta,
la vecina que golpea la puerta,
estás en mis brazos,
y en un momento lo que hacemos
tantas veces,
será tan nuevo porque el deseo todo
lo puede,
y mi boca aun se enloquece con tus
labios cuando se entregan
impacientes.
Ruben Mangiagli.
Dolor.
.
No sé como quieres que descanse
si tú no puede descansar,
el dolor no te da paz, y yo no te
puedo ayudar
ni partirme por la mitad,
pero me duele a mi más.
No tiene simetría la pena, nunca
será igual para uno
o para el otro,
solo los abrazos pueden consolar
sin necesidad de explicar
que si alguno muere, el otro no
sobrevivirá.
Ruben Mangiagli
© 2014
Estrofas.
.
mi, y que nada
importe ya,
que las palabras mueran entre
las razones
sin más,
que los latidos de tu corazón
sean el descompás
del mio,
sin que tengamos nada para
explicar,
y respirar
hasta exhalar la distancia que
nos quiere separar,
dime amor,
¿ son demasiadas estrofas para decirte
que te quiero besar?
Ruben Mangiagli.
© 2014
Carta de amor.
.
No sé cómo se comienza una carta de amor, si se debe encabezar , si es necesaria una fecha.
Si el entorno que la acompaña tiene que ser contado, si vale te diga que el día está soleado y mi ventana se inunda con su luz y mi escritorio, tiene como siempre mis cigarros y el café que se enfría mientras escribo.
Acaso pueda servir que te cuente algo trivial, que todo a mi alrededor está bien pero a mi no me lo parece, que te estoy escribiendo porque ahora, desde que no estás, mis días son mas largos.
Pero no sé como se hace para que unas letras contengan el sentimiento, eso me cuesta, no entiendo que unas paginas puedan abarcar tanto, la vida pasó por nuestro lado, y fuimos felices, pero no se quedó, y lo que sigue no es lo mismo, que ya las cosas no tienen esa magia que hacia te encuentre en todas partes, que las farolas de las calles ya no me sirven para contar los días que faltaban para verte, las flores que eran tuyas ahora son de todos pero ninguna mía.
Sabes que no soy un hombre triste, nunca me viste así, pero tampoco te dije que hay veces eso me sucede por dentro.
Podría contarte tantas cosas, somos extraños que nos quedamos habitando los mismos cuerpos y así no puedo.
Quiero que guardes esta carta, es lo ultimo que te pido, para que la leas en algunos años, seguramente ya los sentidos habrán cambiado, el aroma del día sera diferente, el tacto de la hoja con los años también, tus ojos cuando la releas no serán los mismos, pero aun quedara todo el amor sentimos.
Atentamente.
Ruben Mangiagli.
© 2014
El escritor.
.
No es extraño que con el tiempo las personas se confundan con lo que alguna vez me dijeron, que escribir y expresarse era un símbolo de suerte que me acompaña desde años, pero no, quisiera ser como Córtazar, Neruda o García Lorca y que mis palabras perduren, pero nunca lo seré. En breve, un día también estaré muerto, y eso que llaman suerte solo habrá sido una muestra efímera en el lapso de vida de otros mortales de mi existencia, pero cuando todos ya no estén, lo único que habrá justificado mis letras es lo poco que haya quedado en la memoria de ella.
Ruben Mangiagli.
© 2014
Primavera.
.
Esta primavera extraña,
igual a todas,
pero que lleva la necesidad
de marcar una historia,
que cree los espacios que
el tiempo fue
dejando en huecos
entre los dos,
Que tantos desencuentros
al final sean el
sendero donde las flores de
los inviernos
encuentren al fin su
descanso olvidando toda
la metamorfosis
de las dudas del
amor pendiente de abrazos,
cuando las palabras
sean enmudecidas por los
besos y los labios
ocupados en caricias que
recorran los
cuerpos.
Una primavera por fin
inedita
que se llene de nuestra de
manos en la
presencia de todas las
promesas
y los jazmines desfilen
por tu espalda
como guirnaldas de una
calle en fiesta
mientras te beso una
tarde por Barcelona cuando
nadie nos vea.
Ruben Mangiagli
© 2014
Rendirme.
.
en el sonido de tu voz, en las fotografías de
los dos,
en los libros que escribiste, en la poesía que
te debo de cada día.
Con esta necesidad que desespera mis huesos,
que me ata a vos desde
la primera noche
que el reloj unió nuestro tiempos,
en los kilómetros de un
viaje para solo tenerte abrazada un momento.
A veces creo que debo rendirme
y decirte que no entiendo vivir sin tus ojos
de cielo
que quiero perderme por tu
espalda y naufragar en el sol de tus cabellos.
Son tantas las veces que te tengo
y te pierdo
que mis dedos ya menguan entre mis manos
por las caricias que te debo
y mi cuerpo me duele de todos los te quiero
que guardo en silencio
que si te los digo todos juntos justificarían
lo que algunos llaman amor
eterno.
Ruben Mangiagli
© 2014
Tiempo, solo tiempo.
.
Aquí estoy rodeado de inapelables relojes
que no saben de
amores,
miedos,
olvidos y
desencuentros.
Solo llevan sus agujas con soberbia como
cuchillas que hieren mi cuerpo.
Minutos,
horas,
días,
años,
ninguna de sus esferas guarda mi historia,
todo pasa
tan
rápido,
tan
lento,
que el tiempo al final es solo un puñado
de viejos recuerdos.
Ruben Mangiagli
© 2014
Tu libro.
.
Tengo trozo tuyo
en mis manos
y no lo quiero terminar,
eres las letras de
mis noches,
la compañía inesperada,
la sorpresa en cada
página que
trasnocha mi ansiedad
un fragmento de arte
para gozar,
literatura de mujer para
admirar,
con ese algo que permite
soñar.
Ruben Mangiagli.
© 2014
Decisión.
.
Me quieres, no te amo
te amo, no me quieres,
nos deseamos.
Jugamos al juego del
desencuentro,
orgullos,
castigos,
te perdono pero te
sentencio
Mascaras de sentimientos que
nos hace creer
estamos vivos
pero vamos muriendo.
Se acabaron las margaritas,
ya no quedan pétalos
de tiempo,
si me quieres es el momento,
si te quiero me
juego entero,
porque el amor es
siempre de a dos,
sino es solo un bonito cuento.
Ruben Mangiagli
© 2014
Anónimo.
.
Soy un extranjero en mi mismo,
que conoce otros idiomas
para olvidar lo
que ha aprendido,
un extraño diferente cada noche
frente al espejo
para no reconocerme
ni ser testigo,
el pasaporte falso de alguien es
su propio fugitivo,
un alfabeto desordenado de libros
que nadie ha leído,
anónimo de sentimientos, lleno
de cicatrices de
cosas no recuerdo,
y aunque algunos sepan
mi nombre,
soy tan nada de mi mismo que
si me pierdo nadie
sabrá
que me he ido.
Ruben Mangiagli.
© 2014
Margen.
.
Tengo en mis manos ese margen
de error,
la simple elección de quererte
para siempre,
no olvidarte,
que seas como ese jazmín que
renace en cada primavera
sin esperar promesas
ni desenlaces,
que mis dedos sin arte ni oficio
te dibujen en el aire y
luego respirarte
para no extrañarte
en todas las partes, en la
mitad de cada
instante,
o dejarte ir para
que por fin mi corazón descanse.
Ruben Mangiagli.
© 2014