Ayer la muerte besó mis labios,
fría, certera, todos
los miedos
desfilaron frente a mi,
no fueron concretos,
definidos,
miradas que se perdieron,
momentos que no fueron,
no pasó mi vida frente a mi,
solo sentí
toda la nostalgia de lo que
no fui,
y saber que desde ese instante
ya no había nada más,
ni eternidad, ni soledad,
solo me quedaba yo frente a
mi temida inmensidad,
una obra inconclusa que nadie
podría terminar.
Ruben Mangiagli
© 2014
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Beso frío.
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