Con el tiempo aprendí a domesticar
mis miedos,
los instintos los aquieto,
puede que
sea yo quien
lo logra, o quizá el paso del tiempo
por mi cuerpo,
a veces me miro al espejo
y sigo sin
que me guste
lo que veo, pero como soy
bueno me
perdono
los recuerdos, me afeito y
comienzo
de nuevo,
Muchas cosas cambiaron en mi,
otras para mal o
para mi bien se arraigaron y
crecieron,
duermo poco
pero todavía tengo sueños
despierto y
espero,
tantas cosas son ya tan diferentes
que soy como
un mapa completo de caminos
viejos, una foto de
paisajes en blanco negro sin
fechas ni
duelos,
Todo cambió menos la locura que
me entra
y desespera mis manos, mis letras,
la literatura completa
de desearte y que seas
la manzana me
envenena
cuando me miras, me tocas o me
besas.
Ruben Mangiagli.
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La literatura despierta.
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