Existen partes que aun me duelen,
 vos eras el nexo que unía mi carne y huesos,
es un dolor extraño que pasa de ser
 efímero a eterno,
 en que el tiempo no se mide por días
 sino en momentos,
 es la quemadura de una brasa fría
 que congela mis manos
 y mis palabras que eran vientos se quedan
 paralizadas en el hielo
 de tu frio silencio.
 
 No me estoy quejando, entendelo,
 solo te cuento escribiendote en el desgano
 de mis dedos que no responden a
 los sentimientos,
 apéndices ajenos a mis brazos que
 extrañan tu tacto,
 donde la distancia desmemoriza un
 amor que supo ser infinito
 y me siento tan lleno de huecos que parece
 que el vacio es la parte más
 sólida de mi cuerpo.
 
 
 Ruben Mangiagli.
© 2012
No Comments
Huecos.
.


