Siento un deseo que me inquieta el cuerpo,
 que me quita el sueño
una autopista sin principio ni fin que me
 lleva y me contrae en los
 momentos donte mi piel te quiere dentro.
 
 Extravió los sentidos y la razón como si el
 tiempo se detuviera 
 en un reloj que gira al revés y mi sangre
 que rige mis pensamientos
 solo sirve para que mi sexo sea un apogeo
 
 de fuego que solo encuentra su calma si
 lo guías con tu manos
 hacia el vértice que cierra en tus piernas,
 ese punto que me puede
 y que me desarma y me arma sin apremios
 
 No hablo de hacerte del amor, ni que sea
 solo sexo, te estoy
 diciendo que voy a partirte al medio, deseo
 animal que me habita,
 y que domina mi inteligencia e intelecto, y
 
 te prometo que después de todo esto voy a
 decirte palabras de amor,
 diferentes colores de un te quiero, sonidos
 de cariños que se desprenderán
 de mis dedos...
 
 pero querida mía, primero lo primero ya
 que la urgencia de
 mi hombría se derrama y necesito que lo
 haga mientras
 cubres mi vientre con tus benditos besos.
Ruben Mangiagli
© 2012
 
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Urgencia.
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