Si me pides un secreto inconfesable
es que ya lo sabes, porque me intuyes y conoces,
es tan irreversible que las palabras lo desconocen
se esconde entre frases que he dicho
y en muchas que se hicieron silencios,
un arrepentimiento que me recorre en la memoria
de los besos, en el abrazo que no fue dado o en la
mirada que los ojos esquivaron.
Puedes adivinarlo , esta en todo lo
que hago, mengua y crece en los dedos de mis
manos, es mi tacto huérfano de tu cuerpo, del
sexo que quedó adeudado, habita letras que callo,
y los deseos contenidos de gritarlo para que el
estruendo de mi voz desfigure tu nombre y pueda
olvidarlo, ya no pidas que te diga un secreto,
porque no quiero confesarte que aun te sigo amando.
es tan irreversible que las palabras lo desconocen
se esconde entre frases que he dicho
y en muchas que se hicieron silencios,
un arrepentimiento que me recorre en la memoria
de los besos, en el abrazo que no fue dado o en la
mirada que los ojos esquivaron.
Puedes adivinarlo , esta en todo lo
que hago, mengua y crece en los dedos de mis
manos, es mi tacto huérfano de tu cuerpo, del
sexo que quedó adeudado, habita letras que callo,
y los deseos contenidos de gritarlo para que el
estruendo de mi voz desfigure tu nombre y pueda
olvidarlo, ya no pidas que te diga un secreto,
porque no quiero confesarte que aun te sigo amando.
Ruben Mangiagli.
© 2012