Archive for julio 2019

276.


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Todavía me delatan mis ojos cuando escucho tu nombre.


Tango: definición


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El tango es hombre,
es mujer,

un arrabal donde se
roban los besos
de sensualidad

bajo una farola que
nadie va a
apagar.

Es empedrado,
barrio,
Buenos Aires

en una vereda
que cada
tanto se escapa
de la soledad.

El tango es hembra
es macho,
es Argentina donde

todavía se puede,
pero todo esta al revés,
y se sueña despierto

mientras se mezclan
las manos
para seguir un compás

de un cuerpo que no
quieres dejar de
abrazar.

Ruben Mangiagli.

292


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Lo que más me gusta
es ilegal, inmoral
o me mata. ( incluida vos )



Final y seguido.


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No se puede empezar mil veces
lo que alguna vez ya comenzó,

estirar el pasado en los calendarios,

doblar el tiempo en solapas para
volver a intentarlo,

el amor no salva a nadie es solo
una mentira tibia

sobre una verdad fría,

si hubo un final, todo está quebrado,
los sueños gastados,

la muerte no vuelve de la muerte
aunque la beses

con los labios del pasado,

seguir

es darse cuenta que el juego ya
ha terminado.

Ruben Mangiagli



Exilio voluntario.


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Sobre una pared de Buenos Aires antes de partir dejé pintado junto a un dibujo mi nombre y un espacio para el tuyo por si nos veíamos alguna vez junto a una leyenda " Me llevo las canciones de Charly, Los beatles y los Stones me escapo de mi esquina, mi barrio y esta vida por voluntad y sin vocación, Viva El Che, mis amigos y yo."




Palabras.


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Las palabras abren puertas,
cielos,
una noche nublada puede
hacerse estrellas.


Son esas letras que pueden
resolver un dilema,

las que pueden contener
todo el tiempo
que te resta

esperando una sola respuesta,
mientras tus manos escriben
una carta,
un libro,
un poema,

pero siempre falta una que
todo lo completa,

un verbo,
un sustantivo,

el adjetivo que pueda expresar
todo la belleza,

la primera, la última de
un amor,

un hola,
un adiós,

hasta la palabra que muere
en un beso
importa,

porque ese silencio que queda
se hace suspiro
que se convierten
a veces

y solo a veces en

palabras de piedras, como en este
poema
que escribo hoy,

cuando ya no me esperas.

Ruben Mangiagli

299.


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Formamos pareja porque necesitamos testigos de nuestras vidas, el mundo esta lleno de personas y al final que importa la historia de una simple vida. Pero si tienes una pareja, hacemos una promesa implícita, no dicha, casi imperceptible, que te preocuparas por todo, porque haya cosas buenas, se superen las malas, lo terrible y lo trivial , todos los días y en todo momento, lo que estás diciendo a la otra persona, esa que está a tu lado, es tu vida no pasará sin más porque yo me fijaré en ella, no pasará desapercibida porqué yo me convertiré en tu testigo.


293.


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Soy un hombre inteligente y cultivado, al menos esa es mi la propia visión benévola de mi mismo.
Un hombre que ha visto y sentido casi todo.
Pero, por encima de todas las cosas, y en lo más profundo de cada uno de esos instantes soy un hombre inconsolable.
Eso es lo que me ha enseñado la vida a través de cada día, que quien ha visto la verdad permanecerá para siempre inconsolable e insatisfecho.


La espera.


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Tal vez vuelvas,
antes que acabe el cigarro,
la copa de licor,
la noche,
en un mes, un año o un siglo después,
con suerte
antes que termine mi ocaso,
la última canción.

Ojalá
vuelvas, aunque sea,
un minuto antes que se acabe mi respiración.

Ruben Mangiagli.



Nombres.


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Ni tu nombre ni el mío son gran cosa,
sólo unas cuantas letras,
un dibujo si los vemos escritos,
un sonido si alguien pronuncia juntas esas letras,
dos nombres que
no tuvieron ni un solo destino.

El tuyo
vencedora, triunfadora,
el mío
ved, un hijo.

cómo si los significados pudieran
marcar las almas antes
de aprender a decirlos.

acaso,
¿ Ganaste algo conmigo ?
¿ compartimos un hijo ?

Por eso no comprendo muy bien lo que me pasa,

porqué tiemblo o me asombro,
porqué sonrío ,
porqué escribo tonterías si el tuyo
se me cruza en un libro,

son solo letras, lo sé,
pero aún me duele admitirlo
que forman el nombre
de la mujer que más he querido.

Ruben Mangiagli.



Sueño.


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Déjame ir a ver mi sueño,
cómo si no fuera yo,
ser un testigo
ocasional,

la velocidad de un amor
que no teme
el final,

un milagro
que sí se puede probar,

no me detengas con una
mirada me recuerde
existe el no,

No esta noche,

quédate mirando conmigo
nuestras estrellas
del nunca
jamás,

déjame vivir ahí mismo,
en el límite
del mundo, 

detenerme un paso antes
de llegar al lugar sé
no estarás,

sólo esta noche,

luego volveré para olvidar
lo que es soñar.

Ruben Mangiagli.


La última noche juntos, la primera mañana sin los dos.


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Hicimos el amor antes de despedirnos.
El sexo como acto de olvido voluntario.
Un homenaje al amor caído.
La división de los pocos bienes del corazón,
un adíos demasiado tardío.

Ruben Mangiagli.



Por amor a Susana.


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Entonces me di cuenta de algo que intuía desde hacía tiempo pero no había sido capaz de nombrar: que yo había nacido para ser su representante en el mundo y llevar ese mundo a casa, ya fuera estudiando y trabajando los primeros años de pareja o enfrentándome a un grupo de pibes si la molestaban . Lo haría todo por ella. Incluso cocinar los días tenía francés, ingles o italiano.
Aquel era nuestro acuerdo tácito particular, la forma en que este muchacho servía a su mujer, una chica tenía su familia lejos, que vivía sola hasta que se juntaron. A cambio ella lo hizo hombre.
Todo era vértigo con 19 años y ella 23.
Pero los cuentos de amor a esa edad, son solo historias que recordamos muchos años después una tarde de Mayo como hoy.

RM




Subjetivo.


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No se puede objetivar lo subjetivo.

No soy lo que esperas,
la perversión de un santo,
la palabra de un ser divino,

No se puede generalizar lo específico.

No soy
un amante fiel,
la elección del simple albedrío,

Tampoco soy poeta,
escritor,
ni adivino.

Me gustan las mujeres,
el buen vino,
la educación y el estilo,

soy un hombre lleno de vacíos,
el penúltimo amor
de algunas mujeres me han querido.

un no destino.

Pero si quieres darme tu mano

te prometo
que jamás te dejaré sola

y caminaré
contigo hasta el mismo final infinito.

Ruben Mangiagli.



En la memoria de las estrellas.


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Ella tiene los pasos 
de la memoria,

es una niña,
es una dama,
una señora.

Es la dueña de
la sabiduría de las
soñadoras,

porta la belleza de
las utopías
únicas e

inconclusas.

Es una artista que
se esconde en
cada pintura,

Mujer arte,
arte en una mujer.

Y tiene en su
andar también
aunque

no lo sepa,

una parte de mis
recuerdos

de una noche
cualquiera

cuando hace miles
de años soñé

que la volvería a
encontrar

y caminaríamos juntos
bajo la complicidad
de las estrellas.

Ruben Mangiagli.



A las orillas del tiempo.


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Y nos amamos de tal forma,
que en muchas épocas
antes y después de nosotros
y en tierras aún más lejanas a las que vivíamos cada uno
o en siglos tan remotos a ambas orillas
del mar y del tiempo
no se encontraran
a dos criaturas humanas
se hayan querido así,
Pero para siempre, siempre es mucho,
y eso, no lo sabíamos.

Ruben Mangiagli.





274


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Si el tiempo lo inventamos los humanos, podemos escondernos de su cuenta obsesiva y concentrar nuestras fuerzas, nuestro talento, nuestro imprescindible valor, en la emoción que debería darnos cada instante de la vida


272.


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Una puerta pierde su significado si no la atraviesas a menudo. Se convierte en pared.


269.


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Dime cuál es el puente que separa tu vida de la mía,
en qué hora negra,
en qué ciudad lluviosa,
en qué mundo sin luz está ese puente y yo lo cruzaré.





268.


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Nunca le había prestado atención a la puntualidad hasta que llegué tarde a tu vida.




267.


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Una vez que una historia es contada
no puede evitar envejecer.
Las rosas lo hacen, 
los amantes también.



258


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Todo individuo, hasta el menos inteligente y el ínfimo de los parias, desde que piensa se da una explicación del mundo, cualquiera.
Yo tengo la mía, y en ella, aún, estás vos.





259..


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Y un día crecimos y tuvimos otras necesidades, pero la fantasía se quedó con nosotros.Din Dong.

RM




De pie!


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De pie Argentinos ! suena nuestro Himno
Donde quieran que estén
en nuestra tierra, en cualquier parte del mundo.
De pie Argentinos ! suena nuestro Himno
todo honor y toda gloria a nuestro pueblo,
y a nuestro suelo tan querido.

RM



Rodeado.


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Estoy cubierto de fantasmas
que giran a mi alrededor

como almas que no descansan,

de nombres que danzan en
letras que no puedo
olvidar,

de tristezas y alegrías que
solo me pertenecen
por la mitad

de tiempos en forma circular,

en medio de memorias que
no deberían estar

y recuerdos de tantas cosas
que nunca fueron

pero en mi rostro dejaron las
marcas de cicatrices

alrededor de mis parpados
de lagrimas que no
salieron,

el final de una vida
el comienzo de otra

entre luces y sombras viejas

del que ya no espera nada,
y sonrío

porque todavía siento los
los días que aun
me quedan

mientras la noche me rodea.

Ruben Mangiagli



Morir de amor.


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De algo hay que morir dijo el gato y se enamoró por séptima vez de la misma gata.


RM