Archive for mayo 2012

Tan lejos.


.

Haberte encontrado para darme cuenta que no te tenia,
que la distancia no se mide al tocarse las manos,
que es algo supera los cuerpos.


Tenerte tan cerca para darme cuenta lo lejos que
estabas con tus sentimientos,
tanto que la estrella más lejana de esa noche brillaba más
que cualquiera de tus besos.

Entender que no era importante para ti, que mi respiración,
era la confirmación única de que aun seguía vivo,
que todo lo que caminaba por mi espalda,
en un instante me hundió en todos los miedos que se
disfrazaron de desilusión.

Y que la estafa de amor no duela tanto, y alejarme de vos,
sin reclamos, sin preguntas, y que me llueva tanto
que sin mojarme me ahogue en el silencio
de un adiós.
 


 Ruben Mangiagli.


Río de la Plata.


.

Aguas marrones donde dejé navegando mi nostalgia para que
en tu sabor dulce sea menos amarga,
donde se hundieron mis sueños y renacieron teñidos de anhelos,

y ahora estando tan lejos,
todos se perdieron entre voces y palabras extrañas, que hacen
más larga la distancia,
como si volver fuera la utopia de un amor que no puede ser y
sin querer me quede en
el medio entre amar lo que hoy tengo y esa extraña sensanción
de no poder volver a ver
a ese hombre que se sentaba a tu orilla esperando el amanecer.


Ruben Mangiagli





Abrazado.


.

Sé que duermo abrazado a la soledad...
que mis únicos abrazos son los que recibo del viento.

Aunque tantas veces me hayan hecho
mate antes que jaque, vuelvo a armar el tablero y sigo.

Si la magia existe y de tan mágica y
puñetera jamás en la vida algo me toque a mi, seguiré.

Cuando mi locura sea tanta que ella
sea más grande que mi cuerpo, menguare sin desaparecer.

Donde lo versos se me mezclen en
mi realidad y me duela escribirlo, igual así los escribiré.

Si  los huesos se me hacen añejos y
la piel es solo cuero, continuaré buscándome en mi ser.

Por más te ame como te amo y para
vos sea solo pasado, lo prefiero, porque tendré la única

certeza de seguir sintiendo, y será
la prueba de que sigo vivo en los días que voy muriendo.

Sé que despierto abrazado a la soledad...
seguiré caminando, la vida es una, y no la voy a rechazar.




Ruben Mangiagli.


A las que me quisieron.


.

A las que me quisieron tanto les quiero
decir que también yo las he querido no

sé si algo, poco o demasiado,
es que no
puedo medir el amor, me tocó sentir y
no puedo decir ni como ni cuando.

A las que me amaron poco les quiero
decir que yo quizá las ame más de lo
que me amo mi mismo,
por esa cosa
extraña que es la asimétrica de tener
y no tener lo que tanto se ha deseado.

Y a vos que me amaste cuando yo ya
no creía se pudiera sentir tanto, hoy
te digo que te echo de menos,
que al
final te extraño, porque podré amar de
nuevo, pero como a vos ni en mil años.





Ruben Mangiagli.


Te estaba esperando.


.

El momento detuvo el tiempo, y el tiempo se sometió a
todos nuestros desvelos,

desapareció la gente, los sonidos, las luces que quisieron
acompañar los silencios.

Todo se justificó, y las razones encontraron sus sentidos,
las estaciones el sol y la luna
se instaron en tu cintura y fueron parte del vestido que
marcaba tu cuerpo de ensueños.

Tu sonrisa por magia inexplicable subió a tus ojos, y los
míos se quedaron fijos
en lo tanto esperado, y los brazos fueron el abrazo, que
simuló los besos adeudados,

y sumamos en tantos restos, los naufragios de las almas
se quedaron en la isla que se
fue formando a nuestro lado, quedamos solos, el mundo
fue nuestro, se esfumaron

los espacios, las distancias, la promesa, esa promesa que
parecía salida de cuentos,
se hizo carne en las auras que se buscaron hasta ser solo
una, para por fin decirnos

aturdidos al oído: hola cielo, siempre te estube esperando.


Ruben Mangiagli.



Ecuaciones de palabras.


.

Si me queda menos de la mitad de la vida,
y te doy mi vida entera, despejo el tiempo
que se hará eterno, porque el amor que es
infinito no tiene adverbios, ni géneros, se
perpetua en las conjugaciones que  suman
en los verbos y el resultado de uno más
uno es dos queda inexacto cuando me
fusiono a tu cuerpo.




Ruben Mangiagli

Desnudos.


.

Quitarte la ropa como si buscara en tu memoria
las noches que me debes y los besos prometidos.


Que tus bragas me cuente tu historia, una mezcla
de nostalgia que va quedando entre tus piernas.

Donde tu falda quede como bandera rendida en
la cama, ofrenda de paz y de noches buenas.

Desnudar mi alma aun vestido, para que veas en
ella como te amo, que siempre te he esperado.

Y que el mundo desaparezca en tu espalda y la
mañana se pinte del color de tu mirada.

Entrega de dos, que simula ser de uno, eclipse
de tus pechos sobre mi deseo y todos los besos.

Cuando el sudor sea el mar que separa cuerpos
calmar la sed recorriendonos sedientos.

Al fin el cigarro ocupa las bocas, y los brazos
del desgobierno, desobedientes comenzaran

de nuevo los juegos, incrédulos veremos que
la viceversa del amor es sinónimo de sexo.


Ruben Mangiagli.




A los padres de la Asociación Sanfilippo.


.


Un homenaje, un
abrazo y una esperanza.



Nunca se acabara la esperanza de los que creemos
en todo lo que hacemos, en los esfuerzos
y en los desvelos, esperando en cada momento
llegue ese instante en que vuelva la sonrisa de
tener un nuevo día
sin apremios, ni miedos
y ser dueños de nuevo del tiempo.

Jamas descansaremos,
golpearemos todas las puertas,
y abriremos las ventanas necesarias por los niños
que no eligieron su destino, y
seremos aun más fuerte ante lo adverso,
en la firmeza del amor a nuestros hijos,
llegará el momento que despertemos juntos de
este mal sueño, que las lagrimas
que ya casi no tenemos
sean agua de vida, esa vida que les daríamos si
pudiéramos hacerlo.

y si nos caemos
sabemos que los brazos de la familia, de los
amigos nos levantaran de nuevo,
porque cada
minuto cuenta en lo que hacemos, gritando en
los silencios seguiremos siendo padres

que cuenten cuentos
que llevaremos a los peques al
colegio, y aun en el dolor que retuerce nuestras
médulas, continuaremos hasta que el milagro
de la cura no sea un milagro, sino el
fruto de haber hecho, creído y trabajado
con toda nuestra vida
con todo lo que vamos dejando para que el
futuro al fin no nos parezca tan lejano.





 Ruben Mangiagli.

 
Foto : Libro Infancia Truncada, de Mabel Zagar, madre con un niño
afectado con sindrome Sanfilippo.




El trato.


.


Negociemos, al final el amor es una serie de acuerdos,
veamos que puedo ofrecerte si me miras y te adueñas

de todos mis momentos.

Tengo mis manos abiertas para abrazarte cuando vos
lo quieras, lo necesites o solo sea una caricia que te
va dejando huellas.

Si te entregas en cada beso, puedo darte todo mi ser,
y las partes que mas te gusten de mi cuerpo, incluido
desde ya mi sexo.

Cuando te escriba un poema, quizá puedas ofrecerme
una nueva inspiración, como musa inagotable que es
la fuente de esta pasión.

En el momento que te haga el amor, en esa parte ya
podrás hacerme sentir lo que es el orgullo de sentir a
la mujer habita en vos.

Prometer juntos que evitaremos en los posibles y en
todos los imposibles dañarnos y si lo hacemos saber
pedirnos perdón.

Y si el tratado prospera saber que el trato es único
e intransferible, y que se debe refrendar cada día y en
las noches olvidarlo,

para que en el desayuno entre café, risas, cigarros
podamos de nuevo negociarlo, firmarlo y con un beso
de nuevo sellarlo.


Ruben Mangiagli.



Te confieso.


.

Puedes me digas que no tengo las mejores formas,
que creo que con un solo verso te robo un te quiero,

y mis manos son más rápidas que tus pensamientos,
pero prefiero ser así, un vagabundo de tu cuerpo,
perderme en la linea que separa tus hemisferios,
inundar tu espalda con algo de mi vida y entre
movimientos y suspiros me pidas otro comienzo.

Caminar desnudo entre tus manos, sin prejuicios, sin
esconder el paso de los años en las arrugas de mis
labios cuando te beso, desasprenderte y aprenderte
de nuevo, ser el maestro en tus senos y aprendiz del
vaivén cuando tus piernas abrazan mi espalda y
te invado para partirte al medio.

Y es que por vos yo me muero, como quinceañero
que tiene por primera vez sexo, tiemblo al sentir tu
piel, y cuando regreso de ese juego sin tiempo, ya
hombre de nuevo, en ese momento, reclamo mis
derechos, que tus ojos de cielo sean míos, y de las
caricias tuyas ser único dueño, que me ames hasta
el profundo infierno y me quemes lentamente entre
tus piernas y que alguna noche tengas piedad pues
querida miá, aunque sienta como un niño, te desee
como pibe hambriento, soy un hombre mayor que
para tener un bis necesita de todos tus besos.


Ruben Mangiagli.




Melancolía.


.

Suenan los acordes de los vestigios en mis huesos,
que acumularon el vértigo y el cansancio de esperarte.

Es como buscar días que no existen en el almanaque,
crear el milagro que jamás pueda lograrse.
No es que me rinda ante los hechos, tampoco que
vaya cortando duelos de amores incompletos, es
algo mas profundo y mas viejo que el infierno,
donde mi carne que te extraña supera a los
sentimientos.

Espesa noche de licor barato que no tiene dueño,
porque en cada copa fui perdiendo los privilegios de
sentir el dolor de no tener tus besos.
Melancolía donde archivo los momentos, para que
seas un olvido ordenado que supere todos mis tiempos
donde mis manos mancas de caricias y juegos,
encuentren las letras para expresar que ya no te quiero,
como una mentira salida de un cuento, donde el final
feliz en todo caso es ver una fotografiá de tu rostro,

para que los surcos de mi cara simulen una sonrisa,
que me parta al medio, como se partieron nuestros
cuerpos en un adiós que no supimos evitar creyendo
que era el mejor acuerdo para que me olvides y yo
escriba en el aire tu nombre y nunca nadie lo lea,
se quede mio y jamas sea un recuerdo.


Ruben Mangiagli.



Ser.


.

Que difícil se me hace creer lo que soy,
cuando en otros reflejo lo que no veo yo.


Es como intentar jugar al veo veo frente
a un espejo, y preguntar que ves? Porque

no me miras como me veo yo? Acaso no
soy lo que soy y engaño en mis propias

palabras que creo nacen de mi interior y
no llegan a ningún lado, por mas intente

en cada oración mostrar que aunque me
cueste aprender de lo errores siempre y

en todas las cosas busco una solución ?.
No es tanto que me importa la visión de

mi tienen otros, sino sentir la confusión
de estar tan equivocado que ni si siquiera

me pueda reconocer, ser un ciego en mi
mismo, un vació que no tiene justificación.




Ruben Mangiagli



No supe decirlo.


.

A veces me pregunto sobre los espacios que
consumo, como los puedo llenar de orgullos,
que me provocan el vació mas profundo, y,

prefiero cargarlos en mi alma y mi cuerpo
donde mis pensamientos se pierden en todo
lo que voy perdiendo.
Intentar explicar esos momentos, donde no
soy yo, ni nadie, es ser algo perverso que no
tiene dueño, pero gobierna mis momentos.
Si te pudiera haber dicho lo que pasaba, que
las cadenas crecían en mi y me enredaban
quedando sin movimientos, quizá en ese acto
el presente hubiera sido nuestro, pero no, no
pude y el futuro planeado en pasados, quedo
huérfano de instantes, y fuimos palabras
malas que no llevó el viento, que cortaban
como guillotina los desesperados besos, que
eran la única manera de decirnos te quiero,
con los ojos cerrados y los labios ocupados
para atenuar los daños, esperando milagros
que no supimos crear, crucificamos el amor
pero jamas resucitamos en los cielos.




  Ruben Mangiagli


Tu sonrisa.


.

Pocas cosas hay que me alegran,
y no me refiero a las que me causan risas partidas,
más bien hablo de aquellas que cambian

mi día.
Unas llevan colores de tinta, algo así como una
poesía
escrita con lapiceras naranjas y verde oliva.
También esas que por un momento cortan la
memoria que me camina y me dan pensamientos
donde descansar un mediodía.
Encontrar una sombra donde parar cuando mis
pasos se pierden sin rumbos,
o una isla de palabras para que
mi mano deje de nadar a la deriva.
Pero de todas , la que me gusta, la que espero
y me hace feliz, es sin dudas tu sonrisa,
porque ahí encuentro todas mis respuestas,
se acallan mis desdichas y es el
preludio del beso
donde mis labios aprenden que la eternidad es
tan efímera que con tu simple gesto,
mi hombría se rinde a tu rostro lleno de alegría.


Ruben Mangiagli.



De mi.


.

Escribir sobre mi mismo, asomarme al abismo,
contar de mis amores vividos, de los poemas que jamás escribo.

Mostrar que puedo reconocerme en un escrito,
que los recuerdos que tengo se forman de momentos que fueron
precisos, que me marcaron a fuego, tan profundo,
que de esas llamas solo quedaron cenizas que ahora son viento.
Intentar demostrar la forma que amo, sin tiempos,
que los amores no tienen nombre propios, que son solo míos e
íntimos, como el secreto que quedo empapado
con los sabores de los mejores vinos, que me hicieron olvidar
las veces que tanto he sufrido.
La verdad prefiero no hacer nada de esto, seguir siendo poeta
para que las prosas que otros lean,
disfracen lo que siento cuando mi soledad de todo se adueña y
quedan solo letras vaciás llenas de ausencias.


Ruben Mangiagli


El artista.


.

Vértigo que me excita mientras te miro,
preludio de actos que consumirán los cuerpos,
es sentirse en una caída libre que jamás detendrá el suelo.


Palpar los cambios, que una parte de mi
crezca con una única dirección que acierte en
tu centro, y perderme y perderte entre juegos y deseos.

Curvas que mis manos dibujan mientras
miro tus senos tal artista que prepara su mejor
obra imitando las figuras de ángulos cóncavos y convexos.

Vértice de tu vientre, lugar de encuentro
de mi boca, de mi miembro, que sostiene la
bandera del territorio donde me siento amo, señor y dueño.

Perder la conciencia cuando te tengo, para
recorrerte hasta los dedos, exhalar el ultimo aliento
en el orgasmo compartido, y revivirnos luego beso a beso.


Ruben Mangiagli.

Obra: Pintura " Esperando-te " de Elohe Lopez Herreros.

( gracias querida artista y amiga )

El libro.


.

Lo tuve en mis manos, impaciente lectura
que me acercó a vos,

pagina a pagina como si fueran imágenes
de vida, tu historia
se fue presentando a mi, extraña la unión
que sentí en cada letra,
como si al leerlas te ibas haciendo parte
de mi, y sentí tu
dolor y lo hice carne propia, esperanza e
ilusión hicieron su
presente, entre relatos desolados y alegría
de hacer el trabajo adecuado.
Un poco de vos sostenido en mis brazos,
y al fin poder entender
tu pasado, que ahora es también mio, y
así poder darte mis
fuerzas para que el próximo tenga el final
tan esperado.


Ruben Mangiagli










Extrañar.


.


Ahora no estas es que me duele el cuerpo,
como si los meridianos que lo recorren sin
tiempos, se rompan dentro de los silencios.

Menguan las palabras hasta la nada, es más
bien como sentir el vació que se llena otra
vez de vació, y solo de aire quedan caminos.

No es carencia ni nostalgia, es la memoria
que desespera hasta adormecer la esencia
de lo que he sido cuando eras presencia.

Se me estrangulan las venas, y mi garganta
se seca de pronunciar tu nombre y la noche
que es cruel y certera se disfraza de eterna.

Si mi piel no te extrañara por donde ibas
dejando tus besos, mis manos invalidas de
letras no te echarían tanto de menos, eso

seria como una anestesia, para no pese
sobre mi espalda esta mañana encontrada
nacida en una madrugada de tu ausencia.
 

 Ruben Mangiagli.