Archive for marzo 2011

Quedate.


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Quédate para todos los días
para todas las noches,

quedate porque quieres hacerlo
no porque te lo pido,

quédate para entender la mañana
mira el ocaso del sol conmigo,
caminé mucho para encontrarte
abrace muchos brazos
estando perdido.

Quédate en mí , en mi alma
que el tiempo tenga sentido
en cada aguja del reloj perdido.
Enseñame que se puede ser feliz,
se mi maestra de amor,

mi mejor letra, mi mejor poema,
quédate para sentir tu pelo lacio
que besa tu espalda en las
madrugadas

donde te siento miá
donde intento todo para que te
sientas querida
quédate, no porque es el destino
quédate por todo lo que lo aun no

está escrito,
en un te quiero, en un te
hecho de menos,
sin tiempos ni apremios,
quédate, porque te quiero,

quédate porque te necesito.



 

Ruben Mangiagli


Universo.


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Eres la compañera
que siempre soñé
si,
me une todo a ti,
como hilos de plata
de tiempos de antes del tiempo
cuando la luna y el sol
se encontraban en los días
sin extrañarse,
donde las estrellas que no
sabían de envidias jugaban
con tus letras
para darle a las constelaciones
nombres con tu cuerpo,
y así nació la cruz del sur
que recorre tu espalda
y los luceros que por esa
epoca eran dos y
brillaban en tu mirada,
el universo se tiño del color de tus cabellos
y tu piel eran las farolas
que iluminaban los cielos.
Siempre estuviste ahí,
sin yo saberlo
bailando entre cometas
esperando que yo te descubriera
para dejar ser una estrella errante
y convertirte en la luna llena.

Ruben Mangiagli

Por cada mujer.


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Por cada latente vida hay una mujer
en todas las primaveras, en todas las mareas.

Por cada día por venir hay una mujer
en todas las dimensiones posibles del tiempo.

Por cada hombre hay una mujer
que  él espera, la busca y que con ella sueña.

Por cada hombre y mujer en el mundo
hay una esperanza de amor, de creación de dos.

Por cada madre que hay en la tierra
hay un niño que crece, y un hombre contenido.

Por cada acto de mujer que sucede
se reinventa la belleza, el arte, y los poemas.

Por cada mujer que pasó por mi vida
hay una historia, que fue de ella, y se quedo miá.


Ruben Mangiagli

Conclusiones simples-


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Me quedo en tu paz, en tu paisaje de mujer,
que lleva las razones de todas las verdades.
Manantial de aire que se hace cielo, que yo
solo puede ver cayendo al son de tu pelo.
Naturaleza de amor aprendido en la vida,
para ser mi tiempo, mi historia, mi sueño.

Arboleda de bosques de dos arboles, donde
mi riego de vida encuentra su por que, amor
real de palabras, sexo que marca ritmos de
música, melodías de tu voz que tocan todos
mis caminos recorridos de adoquines gastados
y se vuelven de tierra de tu amor cercado.

Realidad absoluta, que pulveriza recuerdos
muy cercanos, que me enseña un nuevo y
novedoso idioma, el de tus manos, el de tus
pasos, que te acercaron a mi inexorablemente
que te dejaron a mi lado, para aniquilar. duelos,
para hacer una religión de nuevos besos.

Ángel sin demonios, paraíso de olvidos donde
la melancolía del pretérito se rinde a tu sonrisa,
a tus caricias prometidas, donde yo simple y
austero hombre, encuentra su alegría, de ver
crecer los futuros en abanicos de veranos que
quieren te abrace, que me duerma a tu lado.

Sin fin de privadas pinacotecas corporales que
te cubren, para formar la palabra belleza, hacer
de ti la mujer perfecta, que con su cuerpo mueve
mi cuerpo, y en su interior de ancestros equilibrios
mi alma que no recordaba los días buenos, eleva
mi ser, al nirvana de los mejores tiempos.

Ruben Mangiagli


Bea y la lluvia.


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Lluvia que marca los días, 
moja, gratifica,
gotas que llevan memoria y que luego sin
que puedan evitarlo
se evaporan en el sol
de tu mirada.

Tormenta de sentimientos
que con sus
vientos barrió con todo, para reclamar su
lugar, borrar pasados, siendo ya un
presente de amor.

Torrente que moja mi vida,
para que los
charcos sean como un mar donde mis ojos
descansan
en tu reflejo, de mujer clara,
sincera, única,
perpetuada.

Aguas que recorren mis
venas ahora ,
para que mi sangre de años se purifique de
viejos rencores que la hacían
pesada en mi corazón
sin ganas.

Primavera continua, con
llovizna de amor,
que empapa mi hojarasca de dolores, que
provoca brotes de pasión,
de entrega y nacen mi
tronco y tu flor.

La lluvia lleva tu nombre,
tus iniciales,
tu olor, impronta que tatúa mi piel, que me
hace tuyo,
me posee y me entrega,
Bea mi
lluvia sos vos.

Ruben Mangiagli.

Angel de amor.


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Porque borraste los tiempos de desamor con amor,
llenando de presencia lo tiempos sin pedir nada.
Quizá porque estaba todo esto pendiente, desde
un segundo año de colegio donde me mirabas, y
yo no sabia eras vos.

Porque sos muy mujer, en cada gesto, en todos
los espacios, enseñándome a amar, a encontrar
la paz, dejándome descansar en tu mirada, y sin
saberlo me permitiste reencontrar mi calma.

Por tu verano, por mi invierno, por estas noches
que compartimos recuperando el tiempo, donde
me contaste tu vida y te compartí la miá, entre
canciones de amor, recuerdos, algún café negro
que alimentaba deseos.

Y porque un día sin saberlo ambos, nos dijimos
te quiero, te estaba esperando, creciendo en la
vida con momentos amargos, que hoy son un
remanso, donde disfrutamos, nos amamos, y al
final el amor firmó su pacto.

Te doy la bienvenida cielo, te abro mi casa y te
espero, entre tanto te doy mi alma, por favor si
puedes devuelvele el aura, dame un poco de la
tuya que te sobra, y permiteme reposar entre tus
piernas y dormime en tus alas.


Ruben Mangiagli


A mis casi cincuenta.


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Estoy casi en ese numero que algunos no quieren llegar,
que otros tantos no se animan ni a nombrar, y a mi que
más me da! Caerá un día miércoles, solo sera un día más.

Ya sé, ya sé , me dirán es época para reflexionar, y me
temo enfrentar al delicado momento de empezar a pensar,
en todo lo que hice, donde seguro ganaran  los "todo mal”.

Otros, me van a querer “iluminar” ,que llegó el momento de
sentar cabeza, de repartir la herencia, de ordenar, y la verdad
no me dan las ganas, aun me queda mucho por disfrutar.

Y si la muerte me viene a buscar, que se vista de fiesta, y
que tenga ganas de bailar, aun me debo un nuevo vals, y si no
quiere que lo baile con la mujer que amo, se tendrá que aprontar.

A todas mis viudas que me lloraran, que recuerden cuando
nos conocimos, los momentos en que les dije al oído te quiero,
y no las despedidas, que siempre terminaron muy mal.

Pero mejor que no haya prisas, no me quiero marchar,
todavía espero que el cura me de la extremaunción , me
perdone antes por ser pecador, por negar tantas veces a Dios.

A mis hijos, Sofia y Marcos, que jamas hagan todo lo que
he hecho yo, les enseñe a ser libres, a amar sin esperar, a
que vivan su vida, y a que no se olviden jamas de su papá.

A mis amigos, de acá, de allá, del mundo virtual que ese
día levanten un copa, que yo seguro en algún lado voy a
estar, festejando, por llegar a cincuenta, loco de felicidad.


Y a vos mujer que tanto espera de mi, que me jugaré una
vez  más en mi vida, que te voy a abrazar , besar, cuidar,
hacerte el amor, y algunas otras que no contaré por acá.

Estoy escribiendo esto a los cuarenta y nueve, porque quien
sabe si a los cincuenta pensare igual, quizá si, quizá no, quizá
mande todo al carajo, y me  dedique a ser  feliz una vez más.

Ruben Mangiagli

Agujas en el tiempo.


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Me gustaría poder ajustar los tiempos, que las agujas
estén en cero, que cada una ocupe su lugar, y corran
por del reloj de mi vida, exactas y precisas.

Muchas veces adelanté esos tiempo, creando ilusiones
de mundos perfectos, que eran solo míos, donde todo
salia bien, y lo esperado perfecto.

Otras me sumergí en los atrasos del recuerdo, quedando
atrapado en una rueda que no giraba, que no avanzaba
sin presente, sin futuro, sin ocasos.

Necesito reconstruir los espacios que quedaron, algunos
muy vacíos, otros rebasados de memorias inservibles
que atenazan mis días, y sangran despacio.

Ya no puedo vivir en la montaña rusa de las sensaciones
o en un carrusel que gira loco repitiendo errores, seguir
muriendo en los quizá, en los cuando.

El sol sigue saliendo, y no pregunta por las mochilas que
fueron cargadas con vivencias de tantos años, sumando
lastre, demorando los pasos cansados.

No niego que muchas veces miro hacia los costados y
espero ver tus ojos, tu mirada, oír tu risa, o que tus
silencios reflejen el pasado.

Quisiera no ser solo tu recuerdo, ser mucho mas que
eso, que algún día pienses en mi de nuevo, en lo que
compartimos, en lo que soñamos

Esperando que los días pasen, que duela menos y al
final recordar lo bueno, que mi mente filtre lo malo
visualizar tu rostro sin que me haga daño.

Tiraste todos los escaparates abajo, toca ahora ordenar,
señalar cada caja para ir archivando, como me gusta a
mi, y reencontrar lo extraviado.

Y aunque no quiera ser historia en tu vida, no puedo
evitarlo, es momento de poner el reloj en hora, ajustar
el calendario, es el presente, no puedo cambiarlo.

Ruben Mangiagli

Presencia.


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Encontrar respuestas a los tiempo perdidos en vos,
que las emociones se concreten, que la verdad
se abra, para que sea pura, genuina, certera.

Mirar tus ojos negros como si fueran un espejo de
calidoscopios de primavera, entregarme a vos, a
tus besos, ser hombre de nuevo.

Darte todos los créditos, que las paginas estén en
blanco, y en la primera hoja dibujar tu rostro, tu
sonrisa, esa que me salvó de los duelos.

Reconocer en ti a la mujer, la compañera y sobre
todo la cómplice, diferenciarte de otras que no lo
fueron, entregarme a tu consuelo.

Armar de nuevo todo, hacerte participe de todos
los juegos, darte mis abrazos, y mis manos, darte
todo lo que nace de mis versos.

Bienvenida a mi vida, aquí estoy entero, para estar
siempre que tu quieras, para ser tu esclavo y tu
dueño, con partes iguales de sueños.

Amarte aprendiendo, amarte sabiendo, con la parte
de humor, de melancolía, y la alegría de haberte
encontrado, y descansar de nuevo.

No puedo darte más de lo que tengo, pero si puedo
darte todo, y que vos tomes lo  que quieras, para
que seas reina de mi vida, la mujer que quiero.


Ruben Mangiagli


Babel.


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Extrañas convergencia de paradojas que indican
los presentes alternativos, donde se ignoran los
posibles futuros, donde los pasados son olvidos.

Realidades alternadas, cambiadas, donde tú me
hablas y yo no escucho, donde yo no te digo ya
nada, las palabras murieron sin pronunciarlas.

Mundo de Babel de dos, sin idiomas parecidos,
mundo de ceguera donde los gestos no cuentan,
imanes rotos, sin fotos, sin nevera.

Ángeles expulsados del paraíso, caídos, casi
sin alas ficticias, de vuelos erraticos, heridos
en sus egos, fugitivos de su destino.

Simple mortales errantes en poemas que se
fueron, se desordenaron para confundir, y
palabras que son armas, y desangran.

Asimetria de conceptos, de ideas, de proyectos
y la innecesaria carencia de añorar lo poco que
hubo bueno, arrinconados, sedientos.

Cansados ya de lo esteril , yermos de cenizas
de fuego que escapan en el viento de vivencias
que atesoramos en los cuerpos.

Estrofas que corren por tus venas y las miás como
serpientes enloquecidas, que quieren ser buenas
y no veneno de mataforas surrealistas.

Ultima carta escrita, pero ya no hay sellos para
enviarlas, ni mensajeros de entrega, solo queda
enfrentarnos, que uno gane y otro muera.


Ruben Mangiagli

Breve nro. 1


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No creo en el destino, no creo en la magia
tampoco en Dioses, ni amuletos, solo creo
en lo que hago, en lo que siento, donde soy
el inventor de la palabra error, y de otras
que ya no recuerdo, en definitiva soy dueño
de mi mundo,aunque sea el mas pequeño.


Ruben Mangiagli


La palabra.


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Pensaba en una unica palabra que pueda definirme
esa que resuma en parte o en todo mi vida y pensé

en creyente, y me di cuenta que ya no creo en Dios,
y que Dios hace mucho tiempo se olvidó de mi.

Intenté con solitario, pero en mi vida toqué tantos
cuerpos, y muchas manos me acariciaron y el
vocabro quedó descartado.

Encajé feliz, y no me cerró, no siempre lo fui y la
felicidad es la sumatoria de momentos, y en alguna
etapa me olvidé de sumar, y no se si esos momentos
fueron muchos o la tristeza pudo más.

Fiel, infiel ? Y tampoco me sirvió, porque no pude
ser fiel a un amor que terminó, y no puedo ser fiel
a una mujer que quiza nunca me amó.

Ser bueno significada tanto que preferi no pensarla,
porque para hacerlo negaria todo lo malo.

Huerfano, pero es ley de vida que mis padres hayan
muerto, y que los sentimientos huyan en recuerdos.

Egoista me tentó, pero admito que cuando pude dí
tanto amor, que casí quedo vacio de tanto dolor.

Egocentrico, tampoco funcionó, porque por mas
que yo me lo crea, nadie gira a mi alrededor.

Quiza solo sea un hombre que no encontró su palabra,
o que simplementa jamás la tenga, que la vida lo
fue mutando, hasta tener tantas, que ya no se
reconoce en ninguna, como cuando me veo frente
al espejo y solo veo un reflejo de mi cuerpo, y
donde el aura de mi alma se fugó en tus labios, en
una tarde de tarde verano, para morirse de nuevo.


Ruben Mangiagli.





Soleado.


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Esta melodía es para decirte al oído
te elijo para todos mis días
los buenos y los malos
que seas mi desayuno
mi descanso en las horas de trabajo
Mis noches de delirio de fiebre
 de descaro
Mi sábado de otoño
para llevarte de la mano
y decirte mientras te cuento mi historia
que te amo,
como no se ama fácilmente
sino con todo lo difícil
haciendo frente a los malos vientos
buscando tu puerto
tu faro,
para llegar a tu bahía
y que seas mi remanso,
mi acantilado de locuras
y mi mar privado,
que tenga tu nombre
que lleve tu aroma
y que moje todos mis sueños,
para al fin detener mi barca a tu lado
y que los cielos sean estrellas,
las estrellas universos
donde solo tu brilles
y seas la luz de mi lucero.


Ruben Mangiagli

Prueba y error.


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Trato de seguir mis propias consignas y me pierdo,
intento que mis ideas sean claras, y solo son un mar
profundo de desconocimiento.

Desconozco ya los caminos, me pierdo por todos
los atajos que resultan ser mas largos, en subida,
cubiertos de piedras, de asfaltos.

Inmerso en los sentimientos, para seguir desconfiando
de ellos, en un sin fin de sensaciones que no tienen
nada que ver con lo cierto.

Pero hay días que trabajo en todo esto, en que todo
lo que hago, es para mejorar los tiempos, a veces no
me sale, otras puedo...

Trato de cumplir mis consignas con la fe que llevo
dentro, incrementando las ideas y que me inunde,
un mar de cosas nuevas.

Conozco los caminos, y confío en mis mapas, pruebo
los senderos , los transito, elijo los de tierra, donde me
paro a ver la hierba y los cielos.

Disfruto mis sentimientos, gobierno los instintos y
disfruto con ellos, y siento que amo con lo que puedo y
con todo lo que aun siento.

Vivo en esta dicotomia, pero hay una cosa que no
cambia, que me recarga, me da vida y es cuando
descanso en su cuerpo, en su mirada...

y muero y resucito en sus ojos negros.


Ruben Mangiagli

Indefinido


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Palabras que partieron , formando frases inconclusas,
que se adueñaron de los sin sentidos, para que todo
lo absurdo se torne realidad, para que no se pueda

definir el amor formando himnos mudos que
se adueñaron de los cuerpos, y son ahora estandartes

blancos que se tiñieron de colores malos, que huelen
a muerte , que derraman aguas benditas de duelos,
que escapan de mis manos, y de tus dedos.

Campos de asfaltos y baches, sin señales, que buscan
tentarnos para correr, para estrellarnos contra la muralla
del vació, acelerando a fondo,

suicidio colectivo de dos, victimas predeterminadas por
el destino, irreconocibles ante nosotros mismos.

Simples mortales,

que se creyeron dioses de su propio paraíso,
ignorando que el cielo no existe, y que los infiernos
no acogen a los elegidos para el destierro,

a los mal paridos.

Mares secos, que se cubrieron de algas para ocultar los
sentimientos, caracoles carcomidos por los tiempos que
se convierten en polvo, se mezclan con las arenas del

fondo, acunados por cantos de sirenas que engañaron
los presentes y los hicieron pasados,

para que caminemos descalzos,
con los pies sangrando, para que a cada paso
recordemos que existe lo malo, pero que no hay nada
peor que ignorarnos,

estando unidos pero separados.





 Ruben Mangiagli



Tu olvido.


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Quiero ser tu olvido, para protegerme,
para no recordarte tanto, para poder
seguir andando, sin remordimientos,
sin apegos, sin testigos.

Quiero seas mi olvido preferido, que
los recuerdos se escapen pronto de mi
para recuperar el  presente  perdido
en las letras de tu nombre.

No puedo ya seguir bebiendo este café
de melancolías azucaradas, tratando
que la borra forme tu figura y la última
gota refleje tu mirada.

No voy olvidar este amor, los encuentros
las horas perdidas de sueño, las palabras
escritas, las voces calladas, voy a olvidarte
a ti, con dolor en mi alma.

Sin esperarte, sin explicarte, sin que me
digas nada, los silencios se adueñaron de
los espacios, las risas olvidadas y las
promesas se vaciaron en la nada.

Mientras estoy escribiendo fumo mi
cigarro preferido, el humo empaña las
letras y las ideas no son claras, el café
frió ahoga metáforas, los placeres se van
con tu olvido, y no quedan palabras.


Ruben Mangiagli

Nudos, cordones e hilos.


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Nudos que marcan escalas en sus hilos
tejido de emociones, enmarañados como
venas que pelean por la vida, para seguir
vivas o como riachos que aspiran a ser
ríos, para morir en el mar y que su
recorrido tenga sentido.

Cordones de tiempo que forman hojas
de almanaques caídos, en el intento
cronológico de guardar un orden para
que lo sucesos tengan coherencia, para
que la historia sea lógica y la sumatoria
de hechos vividos.

Hilos que en algún momento cambian
su color mutando de verdes a amarillos,
acromáticos blancos o negros de oscuros
vacíos, que de pronto se vuelven de plata
unen destinos, que ya no pueden cambiar
su preterido, quedan para siempre unidos.


Ruben Mangiagli

Luces y sombras.


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Oscuridad de sacrificios efectuados en vano,
ofrendas a dioses paganos para evitar la tormenta,
que movió los ejes de la tierra, y cuyos vientos,
se llevaron los días, las noches y las promesas.

Sacrilegio de la palabra amor, maltrato consentido
por los dos, para que el anagrama de sus letras sea
sinónimo de tiempos de horror, de vacíos esperados
y tan temidos en el medio de la desolación.

Oraciones no escuchadas, rezadas a quien sabe que
Dios, que estaba ocupado en otros seres necesitados
de cosas muchas mas importantes, que archivó la
plegaria gritada para salvar lo poco de nuestro amor.

Luces y sombras de farolas de callejones apagados,
que recorremos en el espanto suicida del olvido y
negamos la esencia de lo que creamos con arte divino,
queremos engañar al tiempo, imposible, hemos perdido.


Ruben Mangiagli

Silencio penitente.


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Naufragio anunciado de palabras en todos los términos,
intenciones comprometidas con los recuerdos
que en las dimensiones posibles negaban tu presencia,
pero no eras ausencia.

Fracaso en los días de almanaques que prometían hacer
milagros, ordenando las estaciones de manera extraña,
donde el otoño fue primavera, y un invierno de fuego,
que fue solo hielo.

Intento de ignorar argumentos dichos, arrepentimientos
tardíos, que fueron penitencias de silencios,
pasos perdidos sin norte, brújulas averiadas y en el cielo
todas las estrellas erráticas.

Mil brazos que no acariciaban, que solo eran ramas de
arboles desconocidos, no clasificados, manos sin dedos,
sin lapices que permitan ante la carencia de palabras
dibujar de nuevo tu cara.

No soy capitán, ni navegante, así que hoy no entiendo el
porque deseaba alejarme de tu puerto, perder el horizonte
de tus labios, nadar en otros sentimientos, desconocerte,
quitándote los privilegios.

Terminando caminando en mi propio desierto, sin soles
ni cielos, desierto vació de tu ausencia, que debo saber
no fue anunciada, ni premeditada, con todas mis culpas,
con todas tus fallas.

Ignorancia de como contarte todo esto, sin que tú cuentes
nada, porque no quiero saber tu presente ni los días que
no te tuve, y sé que no estoy confundido, porque te estoy
diciendo de nuevo lo mismo,

...esperando entiendas te espero, y que no espero nada.

Ruben Mangiagli

Sensaciones de tu cuerpo.


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Sensaciones que te debo, que no te he contado,
que quedaron por ahí sin decirse, sin comentarlo.

Viaje por tus sentidos, memorizando, haciendo
fotogramas perpetuos de visiones casi paganas.

Desde tu frente, tu nariz y tu boca, donde mis
besos se quedaron paralizados y perpetuados.

Recorrí tus diferencias perfectas que de a pares
se presentaban a mis manos entregadas.

Me detuve entre tus olas enfrentadas que son
el tatuaje perfecto de tu carácter cambiante.

Aprendí el sabor del vértice, de tu centro que
marca tu gravedad, dueña de todos los deseos.

Y me dormí entre dos estrellas de tu empeine,
memoria de tu vida, parte ya de mis recuerdos.


Ruben Mangiagli


Quiero.


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Quiero caminar por ti, entrar,
habitarte para sentir tu amor,
ser algo
como por ejemplo tu piel,

para entender
el porque la nieve es blanca
y tienes dos
medanos, que se imponen a
la memoria de otros cuerpos.

O tus ojos para ser tu mirada
y así poder ver las forma
cristalinas
de todas tus palabras,
que me acarician
cuando me decís que me amas,
que me esperas en la urgencia
de los besos
que todavía te debo.

La opción de tus manos también
me encanta, para aprender
a tocar las
miás que tanto te extrañan ,
que te añoran, que necesitan de
tus dedos, de tu tacto,
para dejar de ser un ciego de
los sentidos e
ignorar el pasado.

Ser tu corazón de mujer para
poder de una vez por todas
suavizar mi alma,
y ser parte de tu pecho
que se eleva en
cada suspiro,
cuando sin orgullos ni
miedos arcaicos te digo al oído
que te necesito , que te quiero.

Podría ser cualquier parte,
menos tu sexo,
porque esa parte la quiero en
mi egoísmo
solo tuya, para de alguna
manera, y en algunos momentos
sentir que estoy dentro de ti,
que te poseo y
ser dueño de tus deseos.



 Ruben Mangiagli