La caída de los lados.


.


Y caí
despacio, lento, rápido,

un instante,
un minuto, días, años,

la eternidad,
efímera pasó de largo.

Mi mano derecha casi
tocó un lado,

miré de
cerca el desamor, la

venganza,
el odio y el engaño,

Mi mano izquierda, esa
no uso,

que no sabe
escribir ni de caricias y

de tactos
que siempre olvidamos,

desesperada
sostuvo al amor, la vida,

la esperanza aun
de las letras sangrando,

y el sinfín
del final acabó cuando

comprendí
que todos tenemos esa

opción de
elegir donde aferrarnos.

Ruben Mangiagli
©2017

Your Reply