Los hombres deberíamos hablar más de los lunares de la mujer nos gusta en vez de política,
menos de fútbol y más de la recta que precede a las curvas de esa mujer deseamos,
ver menos películas de guerra y mirar la paz de los ojos de una mujer cuando acaricia a sus hijos.
Esperar a una mujer en una calle con tres rosas en vez de con una cerveza en un bar.
Los hombres deberíamos ser al menos a veces solo hombres y
puede que algún día sea esa mujer quien se anime a darnos el primer beso.
