Lo siento por mis errores


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Tantos, y sin embargo pocos si los pones en fila durante una noche , mientras vacías unos cajones e intentas ordenar la desgracia.
Las fotografías de Buenos Aires, Barcelona y lo demás, viejos billetes de avión y bus, un sobre con análisis, un montón de carpetas con escritos y poesías que jamás publicaras, unas cartas con la caligrafía de determinada señora que durante determinado periodo dijo amarte.
No son tantos errores, ni tantas calamidades aunque calaran, dolieran y sumen equivocaciones evitables.
Sí, los pones en orden, olvidas y sigues adelante.






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