Café.


.

Ella dejó su beso de carmín
una perpetuidad de sus labios para mi,
un mensaje para después,
la impronta de su piel,
su boca con aroma de café.


Un deseo visual que me hace perder
la realidad y
dueño por un instante de la eternidad
de su amor, del mio
el de los dos.

Ella se fue,
un bar semi vació, como si fuera la
foto de un pasado lejano cuando
mi única compañía era yo.
Mozo, otro café por favor!
Que su imagen se me escapa entre la
gente que es nadie a mi alrededor.



Ruben Mangiagli

© 2013




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