Retrospectiva


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Cuantos caminos recorridos sin ni siquiera mirarlos,
diferentes estaciones,
que se fueron sumando una
a una y así sin saberlo fueron pasando los años.

Momentos que no formaron recuerdos, que sé muy
bien no tuvieron
significados, pero ahí estuvieron,
unidos a parte de mi historia, dibujando mis estados.

Placeres paganos, cubiertos de humos azulados,
aromatizados con olores
de bebidas de un bar barato.

Miradas de desconocidas,
cuerpos extraños abrazados.

Alegrías por todo lo logrado, enseñanzas , lecturas,
escritos de memorias,
amados, muy bien atesorados
cercanías de palabras que me tocaron y me desearon.

Tactos, mapas de cuerpos bien marcados, algunos
únicos,
otros quizá unos meros calcos creados
por mi mente, para tenerla, para no extrañarla tanto.

Ideas que marcaron mis destino, muy poco pensadas,
espontaneas, manipuladas con agrado,
improvisando
vivencias para no sufrir, para no volverme abstracto.

Amores fieles a los sentimientos
y diciendo la
verdad en este acto,

que no lo fueron a los cuerpos
porque sucumbí a los deseos efímeros e innecesarios.

He querido mucho, y no sé si me han querido tanto,
aunque me dijeran
que me amaban hasta el mismo
infinito, juro que muchas veces no lo he notado.

Soledades consentidas, rincones aprendidos, libros
muchas veces empezados,
resúmenes de una vida
apilados en mi ser para no verlos de nuevo palpitando.

Y el anhelo de un tiempo blando, de cenas con velas,
hogueras de calor blanco,
una copa , un cigarro,
y si ella quiere que vuelva cualquier noche a mi lado,

yo la estaré esperando.


Ruben Mangiagli
 © 2010







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