Sometidos.


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Haces todo lo que quiero,
nada te tengo que pedir porque
integra te sabes dar,
habitas mi oscuridad y rijo en
los dos apalabrando
la extrema necesidad.

Hago todo lo que quieres,
te adueñas de mi voluntad y en
tu inmisericordía pides
aun más y cedo después de cada
final, para merecer
nuevamente comenzar.

Es todo esto el amor podemos dar?

Y sabemos que no, porque
imaginamos lo que nadie se atreve
a imaginar, las invisibles
barreras no nos pueden parar, y no
queremos detenernos sin
saber que hay más allá,

desconocemos lo que los
demás nos quisieron enseñar, y a
prueba y verdad
compartimos lo indecible en cada
rincón de nuestra
profunda intimidad.

Nos amamos, nada nos importa más.

Aventuramos que ninguno
en esta vida sabe amar porque en
nosotros habita lo
que lo demás quieren degradar en
una cama, en una calle,
y no quieren confesar.

Quizá sea que hasta hoy no
supimos querer y lo hacíamos en
simulacros partidos
a la mitad, y ahora somos solo uno,
sin identidad, con deseos
que no vamos a ocultar.



Ruben Mangiagli

©2013



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