Perdiéndote.


.

A veces ya no veo los almendros,
se quedaron en un otoño
que no define el tiempo,

es como si ya no los recuerdo y
ahora sean solo parte de
un viento añejo,

tampoco mi memoria es buena,
tus ojos por ejemplo,
su color cambia

en mi visión, es como si todas
las miradas nunca
existieron,

las estrellas son siempre iguales
brillan para otros y
me pierdo.

Ni las letras de tu nombre que se
escapaban del orden
abecedario

aparecen ahora en los libros que
no leo para no tener que
pronunciarlo,

te voy perdiendo en todo a cada
rato y no puedo
evitarlo,

pero a veces y solo a veces estás
aun en mí como un reflejo
errático.

Ruben Mangiagli.
© 2014




Your Reply