Mis ojos vivieron en una
arco iris de grises,
en un cielo de tormenta,
donde la lluvia
parecía no terminaría jamas,
no era tristeza la verdad,
ni que la melancolía
se había instalado para no
irse y perdurar,
creo que no sabia mirar,
hasta que un día de esos
que crees nunca
llegará
con los tuyos yo aprendí a
ver más allá,
a descubrir colores
que no miraba,
el índigo de tu alma,
el rojo de tus labios
el amarillo de un sol
al despertar
y todos los demás,
hasta llegar al verde tierra
de tu mirada
donde todo
empieza por el final
y terminar es
volver a comenzar.
Ruben Mangiagli
