Golpes.


.

Sentir los horrores en el cuerpo
sin tiempo ni lugar definido
solo una memoria
que aprieta
que empezó en un punto que
ella ya no recuerda,
no tiene final,
no puede llevar la cuenta en un

espejo que muestra las marcas
que ni siquiera nadie de afuera
puede ya verlas

las oculta con maquillaje y ropas
como si las lagrimas que se
le escapan no sirvan de testigos
ante la indiferencia.

Es mirarse sin verse para no
darse cuenta de que
es una pesadilla que es cierta,

que las promesas de nunca más
que le dijo arrepentido
ni un vez tuvieron una
solo verdad en sus
letras,

Desnuda se refleja, solo ella ve
lo que no muestra,
pero nada de su interior roto se
presenta,

tantos golpes y gritos despegan
lo que ella creía que con
amor se arregla.

Una voz ajena pero amiga la
despierta del sueño
de ojos abiertos,
le ofrece un taza de té o lo que
quiera,

si pudiera le pediría un abrazo
de manos la contengan.

Hoy por fin se había animado a
contar todo,
ahora siente que su libertad
por fin comienza
y la él
terminará para se pudra entre
rejas.




Ruben Mangiagli.

© 2013



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