Todos los mares están en tí, aunque vivas en Madrid,
todos los ríos corren a través de tí, como los arroyos
de montañas, o los lagos contenidos , todas las aguas
están tí y yo te regalo la del Rió de la Plata, donde
están mis recuerdos, y todo lo que sentí y viví.
Todas las playas están tí, donde dejas tus huellas, y
caminas las mañanas, donde el sol recorre tu cuerpo
para sentirse que es parte de algo bello, y las arenas
que no son arenas del tiempo, forman en tu pecho,
esos hermosos medanos, donde duermen mis sueños.
Todos los caminos están tí, los de tierra, los senderos
que recorren bosques de recuerdos, rutas de memorias
que son parte de tu vida, calles sin nombre que no
quieren tenerlos, porque esperan tener su bautismo y
llevar el tuyo, para tener tus letras y todos tus versos.
Todas las aves vuelan en tí, a través de tus nubes de
cielo, donde los barriletes juegan al son de tus cabellos,
donde dejas tu perfume de mujer, inagotable, que es
como el aroma del buen vino, ese mismo que se bebe
una noche de invierno, y que te aleja de los miedos.
Todo me condujo a tí, los mares, los caminos y los
cielos, pero fueron tus palabras las que formaron el
encuentro, y yo que te quería encontrar en todos mis
tiempos, sentí por primera vez que había llegado a
mi destino, y que quiero quedarme en tus ojos negros.
Ruben Mangiagli
29-11-2010
